Por primera vez

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- ¡¿Qué hacen aquí?! ¡Deberían estar en la escuela!- Era Haley, la prometida de Will.

- Haley...Emm...- Isaac no sabía dónde meterse, estaba muy nervioso y no sabía que hacer.

- ¡Por favor no llames a Katherin! Em...no me he sentido muy bien en clases, aún me cuesta un poco adaptarme y Isaac solo viene conmigo porque no quiere dejarme sola...- Esperaba que creyera en mis palabras, después de todo no estaba taan alejado de la realidad.

- Oh...Tienen una cita...Entiendo.- Haley me sonrió como si intentara decirme algo.- Tienes buenos gustos Isaac...No diré nada pero que sea la última vez que los encuentro saltándose un día de clase.- Nos guiñó un ojo y se fue a una tienda cercana.

- Entonces...¿A donde quieres ir?- En el camino íbamos hablando sobre muchas cosas, mi vida en NY, las clases y otros temas triviales. Envié un mensaje a Katherin diciéndole que Isaac y yo iríamos con unos amigos en la tarde y que probablemente llegaríamos tarde. También escribí a Jackie para que no se preocupara por no verme en el descanso y en la salida.

- Ya casi llegamos, te va a encantar este sitio.- Al desviarnos un poco por un sendero que conducía al bosque me asusté pero cuando vi el sitio quede asombrada. Era un pequeño lago en medio de los árboles y arbustos. Su agua era tan cristalina que podía ver lo bellas que eran las piedras al fondo.

- Es...es hermoso...- Mientras contemplaba el bello lugar no pude contenerme más y pregunté lo que llevaba pensando desde la cafetería.- ¿Con cuántas chicas has hecho esto? Ya sabes, la tierna charla con Nanny, este bello sitio en medio de la nada...

- ¿Qué? Oh por Dios. Zoe, ninguna otra chica ha sido presentada por mí a Nanny, ella es como mi abuela y jamás llevaría a una chica cualquiera a que la conozca. Sobre este sitio...solo he venido aquí con Lee. Antes veníamos cuando nos sentíamos agobiados por tanta gente en casa, han pasado años y ya casi no lo hacemos...No soportaría ver este sitio lleno de gente, es mi sitio seguro. Ahora puede ser el nuestro...

Al oír eso me sentí algo...¿especial? Sí. Él me hacía sentir especial. No sé de dónde saqué el coraje para hacerlo pero le di un suave y rápido beso en la mejilla. Disfruté ver como se sonrojaba, era divertido ver como el chico coqueto se avergonzaba cuando le coqueteaban.

- ¿Quieres meterte? A esta hora el agua debe estar preciosa.- Lo mire muy confundida. No tenía traje de baño en este momento y él tampoco según yo.- Yo me meteré ahora...

No tengo palabras siquiera para explicar lo que sentí cuando vi como se quitó la camiseta, ahora entendía como tantas chicas morían por al menos un fisco de su atención. Su abdomen marcado hacía que quisiera pasar mis manos por allí y quizás bajas por esa tan marcada V...
De acuerdo, debía calmarme.
Aunque eso fue imposible al ver como también se quitó el calzado y seguido sus pantalones...Me gire para intentar no dirigir mi mirada a esa zona.

- Yo...eh...- Al escuchar como se zambullía creí que ya era seguro mirar pero solo hizo que me derritiera por completo. Gotas de agua de deslizaban por su cuello, por su tan notoria clavícula, por su duro pecho y su marcado abdomen. Envidiaba a esas malditas gotas de agua. Se echó su cabello hacia atrás y me sonrió.

- ¡Ven! No seas tímida, niña.- Juguetonamente salpicó un poco de agua en mi dirección. Él sabía lo nerviosa que estaba y se estaba burlando por ello, debía hacer algo. Deje cuidadosamente su chaqueta sobre una de las rocas y fingiendo no tener pudor, empecé a quitarme la ropa también. Lo mire directamente a los ojos, tome la orilla de mi blusa y la levanté lentamente. Vi como intentaba mantener lo vista en mis ojos todo lo posible, asentí levemente esperando que entendiera que no me molestaría si, por alguna razón, su mirada bajaba...Al dejar mi camiseta a un lado bajé mi falda y me agradecí internamente por no haberme puesto esas estúpidas bragas rojas con piñas. Me quede quieta por un momento bajo la atenta mirada de Isaac, se sentía terrorífico pero a la vez tan...emocionante.

- ¿Vendrás o no...?

Me acerqué lentamente hasta que el agua llegara a mi cadera, ate mi cabello y seguí mi camino hasta quedar cara a cara con el García mayor.

- ¿Sabes?...Deberías ver lo que hay allí.- Mire donde apuntaba y lo siguiente que sentí fue el agua helada por todo mi cuerpo. Bajo el agua escuchaba su risa, su jodida y hermosa risa. Sin perder tiempo agarre una de sus piernas y tiré de ella para hacerle caer.

No sé como pero acabé siendo cargada como princesa por Isaac antes de que este subiera a una roca y se tirara desde allí. Así continuamos jugando por un buen rato hasta cansarnos. Agitados y contentos nos acercamos a la orilla para descansar un rato. El chico buscó algo en su mochila y sacó una manta para tirarla al suelo y acostarse encima.

- Ven, niñita.- Me tendió la mano y cuando la acepté tiró de mi hasta que quede sobre él de nuevo. Ya había estado en esta posición dos veces en menos de 24 horas y no me molestaría que hubiera una tercera más tarde.- ¿En qué piensas...?

- En que no podremos seguir faltando a clases...Esto es muy divertido pero no puedes seguir saltándote la escuela y menos por mí.- Por mucho que estuviera disfrutando de su compañía no era bueno para él hacer esto.

- Iré cuando tú vayas...

- No entiendo porque...Te traté mal en varias ocasiones y tú solo intentas pasar aún más tiempo conmigo, ¿por qué?

- Porque...porque eres increíble. Llegaste hace poco y ya siento que...puedes intentar matarme pero no me iré de tu lado...

No conseguía formular una respuesta, nos separaban milímetros y entonces solo, pasó. Una de sus manos fue a la parte de atrás de mi cuello y me acercó a su cara, uniendo nuestros labios en un suave y largo beso. Podía sentir como nuestros corazones amenazaban con salir de nuestros pechos y por poco lo hacen cuando uno de los teléfonos empezó a sonar.

Rápidamente me levanté y fui a comprobar a quien llamaban. Mi teléfono era el que estaba sonando, era Jackie. Contesté y empezó a hablarme muy emocionada sobre algo de Alex y un sitio raro. Le dije que estaba ocupada y que le llamaría más tarde. Mire a Isaac quien se levantó lo más rápido que pudo y vino directamente a mí. Colocó una mano en mi mejilla, la otra en mi cintura y me atrajo en un nuevo beso, esta vez más fuerte, más apasionado. Nos separamos luego de lo que parecieron horas por la falta de oxígeno. No podía creer lo que había pasado, había besado a Isaac, bueno, él me besó.

Amaría decir que luego de eso confesamos nuestro eterno amor, nos hicimos novios y vivimos felices para siempre pero eso no podía estar más alejado de la realidad.

Disfruto del drama por si no lo han notado.
Gracias a los que han comentado en capítulos, vídeos de tik tok [aventurina_zoe , síganme;)] o me han escrito por privado.

Gracias por leer
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Mi vida con los chicos Walter-Isaac García Donde viven las historias. Descúbrelo ahora