Mi vida con los chicos Walter-Isaac García

¿Cita?

Me bajé de la camioneta tan rápido como pude intentando que él no me alcanzara. Claramente, fallé.

- Zoe. Hablemos ya.- Me tomó del brazo y me metió a un pequeño cuarto que supongo era el armario del conserje. Estaba bastante lleno y eso hacía que estuviéramos a escasos centímetros de distancia.

- ¿Qué quieres, García?- Yo misma me sorprendí del tono que usé.

- Llevas mi chaqueta por si no lo recuerdas, linda. ¿Ahora vas a escucharme o no?- Estaba molesta, quería irme y todo eso pero...que sexy sonaba...Mierda, de nuevo.

- Esta bien.

- Siento lo que dijo Lee, no fue en serio, o sea...Supongo que lo entiendo porqu-

- ¿Disculpa? ¿Lo entiendes? ¿Por qué no entiendes esto? Mis padres están muertos Isaac, muertos. Murieron ellos y murió nuestra hermana mayor, nuestra familia está muerta. Nosotras no queríamos venir, no queríamos quedarnos con vuestra atención, Isaac. ¡Discúlpame si el hecho de que mi familia esté muerta, es un jodido problema para ti y tu hermano!

Mi voz temblaba mientras hablaba, lágrimas salían de mis ojos pero ya no me importaba. Estaba muy molesta y triste y tenía que sacarlo. Intenté irme apenas terminé de hablar pero Isaac apretó su agarre.

- Zoe...- Pensé que me gritaría, que me insultaría o algo así pero en su lugar, me abrazó. Un abrazo puro, genuino y cálido. Me apretaba contra su pecho por más que hace dos segundos estuve gritándole a la cara. No resistí más y me quebré. Allí, en ese armario, en sus brazos, en su compañía. Deje que todas las emociones que reprimía salieran, llore hasta que mis ojos dolieron y él no dejó de abrazarme en ningún momento.

- Lo siento...Lo siento, Isaac...- El chico me apretó aún más contra él.

- No tienes nada por lo que disculparte...Tenías razón, no es culpa de ustedes...¿Aún quieres que nos vayamos?- Me aleje un poco y lo mire a los ojos. En verdad parecía preocupado al verme llorar, su mandíbula estaba tensa y su entrecejo fruncido, estaba algo tenso.

- Sí...Vámonos ahora por favor.- Me gire para intentar abrir la puerta pero estaba trabada.- Mierda...

Intentamos de todas las formas posibles en ese pequeño espacio pero nada, no podíamos abrirla. Empecé a notar como todo estaba más oscuro, sentí como si las paredes se cerraran y de un momento al otro estaba hiperventilando.

- Joder...- El chico se congeló por un momento pero al verme tan mal actuó rápido. Encendió la linterna de su celular y se sentó en el suelo para luego jalarme arriba de él. No había mucho espacio y esta serie la forma más cómoda de estar.- Tranquila...estoy aquí, Zoe.

Sentí como con sus brazos me rodeaba y poco a poco me fui tranquilizando. Mi corazón aún iba muy deprisa, tanto que estaba segura de que Isaac podía escucharlo fácilmente. Agarré mi cabeza entre mis manos, me sentía tan frustrada, tan impotente y estúpida. Mire el sitio para buscar donde sentarme lo más alejada posible de el chico pero lo máximo era frente a frente y con mis piernas arriba de las suyas, así que mejor me quedaba tal y como estaba.

- Te ves muy bien hoy, ¿sabías?- Agradecí su intento de distracción. Mire hacia bajo analizando mi ropa, iba con una blusa corta blanca con vuelo de encaje, una falda negra  y su chaqueta de cuero.

- Lo sé...Me encantaría decir lo mismo que tú pero...- Isaac, ofendido, tiró levemente de mi cabello y gire la cara riendo. Estábamos muy cerca.- ¿Por qué me miras tanto? ¿Acaso quieres besarme, Isaac?

- Me encantaría hacerlo...-Antes de que pudiera procesar lo que ocurría la puerta fue abierta. Eran una pareja de estudiantes, al vernos se disculparon por interrumpir y fueron a buscar otro sitio seguramente.