La advertencia

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Luego de una acalorada clase con Isaac, prácticamente salí corriendo del aula sin saber donde ir o que hacer. No sabía si tenía más clases pero eso no me importó, el tacto de Isaac me hizo recordar muchas cosas malas y necesitaba irme de allí. Pero no conté con que intentarían seguirme.

Como pude salí del colegio y empecé a caminar hacia donde estaba la casa según yo. Luego de una media hora andando me di cuenta de que había alguien detrás mío, decir que estaba asustada era quedarse cortos. No sabía que hacer.

Intente seguir caminando con normalidad como si no pasara nada mientras sacaba mi teléfono móvil lentamente y marcaba al primero que se me vino a la cabeza, Isaac. El sonido de una llamada sonó escandalosamente atrás mío y sentí que podía volver a respirar.

-¡Dios!...- El miedo me había hecho perder el aliento y mi corazón iba acelerado mientras me recargaba en mis rodillas intentando estabilizarme.- ¿Qué...mierda...te pasa...?

- Wow, no creí que fuera a asustarte, lo lamento...- Intentó acercarse y sobarme la espalda pero lo aleje de un manotazo.- ¿Por qué te fuiste sin terminar las clases? Y sin avisar.

- No es tu puto problema, García. ¿Estás loco? ¿Cómo se te ocurre seguir a una mujer a escondidas en mitad de la nada?- Estaba tan cansada que siquiera podía enojarme con propiedad.

- Yo...lo siento, solo me preocupé cuando te vi salir rápido y creí que no sé...necesitarías hablar con alguien...has pasado por mucho...- Noté como intentaba apartar la mirada y por alguna razón eso hizo que a mis ojos fuera un poco, solo un poco, tierno.

- De acuerdo. Solo tuve un mal recuerdo y...necesitaba salir de allí. Siento haberte preocupado, vuelve a la escuela.- Aunque se me hizo lindo que se preocupara no quería hablar de más.

- No. Ignórame si quieres pero no te dejaré sola en mitad de la nada y menos si no te sientes bien.- No parecía dispuesto a negociarlo así que me rendí y seguí caminando ahora a su lado. En cierto punto noté que este no se parecía nada al camino que recorrimos más temprano.

- ¿Dónde estamos...?- Por la cara de Isaac noté que él solo estaba siguiéndome y empecé a asustarme.- Mierda...¿tienes batería?

- No...No te preocupes, seguro encontramos el camino pronto.

Así fue como seguimos caminando hasta que ya empezaba a anochecer, hacía frío, tenía hambre y estaba segura de que el chico estaba molesto conmigo por meterlo a esta situación.

- Lo siento...- Lo dije tan bajo que apenas fue audible, no sé si por lo cansada y helada que estaba o si era por mi orgullo.

- ¿Por qué?- Al verla abrazarse a sí misma le puse mi chaqueta de cuero por los hombros.

- Ya sabes...si no fuera por mí no estarías aquí...

- Estaría en casa, preocupado porque no apareces, aquí al menos puedo ayudarte si pasa algo. No te disculpes.- Era directo pero sus palabras sonaban suaves.- Gracias al cielo...

A lo lejos vimos una camioneta la cual paró. Eran Cole, Jackie y Lee. Salieron corriendo apenas Cole paró y abrazaron a sus hermanos todos juntos.

- ¡Por Dios Zoe! ¡¿Cómo se te ocurre?! ¿¡Sabes lo preocupada que estaba!?- Jackie estaba muy angustiada y quien la culpa. Zoe era la única familia que le quedaba, no podía perderla.

- No seas tan dura...- Todos se sorprendieron al oír a Isaac defendiéndola.

- No lo entienden...Está bien, estoy bien Jacks, estoy bien.- Comprendiendo el sentimiento de mi hermana la abrace. Yo habría perdido la cabeza en su lugar.

- No puedo creer que dejarás que se perdieran, Isaac. Veras cuando lleguemos a casa, avisaré a mis padres.- Cole parecía molesto con él, como si fuera su culpa que yo me hubiera ido. Esperaba que el chico se defendiera diciendo la verdad pero en lugar de eso bajó la cabeza.

Fue un largo viaje hasta casa, Lee iba al lado de Cole en el sitio del copiloto mientras que yo iba en medio de mi hermana y de Isaac. Todos estábamos muy callados y no pude evitar sentirme nerviosa. Mi pierna volvió a temblar pero de nuevo, él la paró. Para agradecerle de alguna forma le apreté levemente el brazo y apoyé lentamente mi cabeza en su hombro, dándole tiempo a que se apartara, lo cual no hizo.

Lo siguiente q recuerda es despertar recostada sobre el mayor de los García y ver a su hermana salir de la camioneta ayudada por Cole, este le dirigió una sonrisa y se adentró a la casa.

- Isaac...Despierta vamos...- Empecé a sacudirlo ligeramente hasta que abrió los ojos.- Vamos...debo hablar con tus tíos.

Al entrar a la casa nos recibieron con largos abrazos y palabras sobre lo preocupados que estaban.

- Isaac por dios...No puedo creer que sacaras a Zoe en su primer día y encima se perdieran es que tú nunc- Katherin se vio interrumpida cuando hablé.

- No. Eso no fue así, Kath. Yo...no me sentía muy bien y bueno, quise irme así que me fui.- Sentía como mi hermana me miraba entre enojada y empatica, supongo que ella se sintió igual.- Isaac vio que me iba a ir, de alguna forma supo que no me encontraba muy bien y se preocupó. Fue conmigo para no dejarme sola y fue culpa mía que nos perdiéramos, él solo me ayudó. Si van a castigar a alguien que sea a mí.

Gire a ver a Isaac y este me miraba con una leve sonrisa en la cara. Esperaba que eso fuera suficiente para que él quedara fuera de esto, lo que menos quería era que ayudarla le generara problemas.

- Bueno pues...ambos se saltaron clases así que creo que lo justo es que ambos estén castigados, mañana al llegar de la escuela harán unas tareas que les dejaré. Vayan a dormir que mañana no pueden faltar.

Mientras subíamos las escaleras Isaac tomó mi mano y esperamos a que todos fueran a sus habitaciones.

- Gracias...pero podías culparme, debí ser más hospitalario contigo.- Aún no soltaba mi mano y eso empezaba a hacer que mis mejillas se volvieran rojas como tomates.

- No haría eso, yo me fui por mi cuenta y ya hiciste mucho salvándome en clase. Gracias por eso por cierto...Oh, tu chaqueta.- Me la quité y se la tendí.

- No...dámela otro día, ¿quieres que esas chicas dejen de mirarte mal? Úsala mañana y créeme que nadie se atreverá a decirte nada. Descansa Zoe...- Se fue a su cuarto sin dejar de ver a mis ojos, incluso cuando llevo mi mano a sus labios para darle un suave beso.

Muy alterada, entre al cuarto corriendo y vi a hermana a un lado de la puerta tratando de oír.

- ¡Oye! ¡No seas chismosa Jackie!

- ¡Sí, sí! Lo que sea, ¡¿qué fue eso?!

- ¡No lo sé! ¡Baja la voz!- No pude evitar sonreír mientras le contaba bien todo lo que pasó desde que llegué a clases hasta que Isaac besó mi mano. Mi hermana estaba sorprendida por todo lo que había pasado en un solo día.

Luego de ambas ponernos al día nos fuimos a acostar, antes de dormir revisé mi teléfono y vi un mensaje de Isaac.

  García:)
  Por cierto, el baño de abajo no funciona.

No entendí a qué venía ese mensaje así que no sabía que responder, estaba por preguntarle a Jackie cuando llegó otro texto.

  Oí que te gustó que te besara la mano,   deberías probarlo con los labios

Sorprendida entre enseguida al chat pero lo único que encontré luego del mensaje del baño fue "Este mensaje fue eliminado". Decidí no rayarme la cabeza con eso y me acosté para dormir, sin darme cuenta del siguiente mensaje.

  Isaac:)
  Buenas noches, Bella.

Me emociono a mi misma con esta historia:)

Gracias por leer
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Mi vida con los chicos Walter-Isaac García Donde viven las historias. Descúbrelo ahora