Mi vida con los chicos Walter-Isaac García

La vida sigue

Los siguientes días fueron tan similares que me cuesta distinguirlos, mi hermana se quedaba en el cuarto de Nathan y Alex pero venía después de las clases a estar conmigo. Solo Katherin y a veces Parker entraban a la habitación, yo sabía que los chicos estaban preocupados pero no sabía si podría verlos en persona y no empezar a llorar. Deje de hablar con todos ellos por completo luego del segundo día, bueno, casi todos. A las cinco en punto Isaac tocaría mi puerta, dejaría un té con galletas y una nota en una bandeja. Me contaba algunas cosas de la casa como lo cercanos que estaban Alex y Jackie o sobre el próximo partido de Parker. Me alegraba que encontrara alguna forma de relacionarse conmigo aún cuando no podía verlo, hacía que me sintiera...¿querida? Era un extraño sentimiento que empezaba a gustarme poco a poco...

Aunque una parte de mí misma me decía que no había sido para tanto y que debía superarlo, otra parte me decía que no podía volver a tener una vida normal. Me arrepentía mil veces de no haber oído a Isaac, de haber aceptado esa "cita" y de haber caído en ese ruin plan. Me sentía tan sucia y asquerosa que mi miedo por ver al mayor de los García no se debía solo por el trauma, me asustaba que él creyera que ya no valía la pena por el toque de ese imbécil.

- Tesoro...- Kath entró al cuarto y se sentó conmigo, llevaba unos días tratando de convencerme de cenar con todos.- Sabes porque vine...Te prometo que todo irá bien cielo, Jackie y yo nos sentaremos a tu lado y Parker frente tuyo. Los chicos te extrañan y están preocupados...¿Crees que podrías intentarlo esta noche?

-...- Quería hacerlo, quería dejar de ser una carga y volver a tener una vida normal. Tenía miedo pero no podía vivir con miedo toda mi vida, tenía que hacer algo, estar encerrada en mi habitación y solo hablar con mi hermana no era una vida que quería.- Sí...Puedo intentarlo hoy.

- Eres asombrosa cariño...- Me abrazó lentamente dando tiempo a que me alejara si no quería que me tocara, aunque esta vez acepte su abrazo. Quedamos en que a los ocho bajaría a comer junto a todos, haría mi comida favorita e incluso podríamos beber refrescos en la cena. Por un lado estaba asustada pero no puedo negar que me sentía algo entusiasmada de salir por fin de mi habitación. Ya casi era hora de que todos llegaran del colegio pero esta vez Jackie iría a casa de Grace aunque dijo que podía cancelar si quería que comiera conmigo, le dije que fuera con su amiga y que yo estaría bien. No esperaba a nadie por lo que el toque en mi puerta me sorprendió, al acercarme vi como pasaban una nota.

-¿Puedo comer contigo? Prometo estar tan lejos como quieras. Isaac:)

No sabía si me sentía preparada, una cosa era ir a comer con todos y con las chicas a lo lado, pero, estar sola con un chico...Aunque era Isaac, él no me haría daño y eso era algo de que ya no dudaba.

- Puedes entrar...- El chico se tomó un momento antes de abrir la puerta y entrar con una bandeja llena de comida para ambos.

- ¿Quieres que me quede en la cama de Jackie?- Su cama estaba al otro lado de la habitación, tenía que hablar algo fuerte para escuchar bien.

- Puedes venir a la mía...- Isaac se sorprendió y sonrió. Se acercó lento y antes de sentarse me miró buscando aprobación, al recibirla de colocó al lado contrario y me pasó un plato.

- Te traje algo...- Se volvió a levantar para buscar su mochila en su habitación y volvió con dos pequeñas botellas de Coca-Cola.- No le digas a mi tía porque me matará, un poco de azúcar a veces no es malo, ten.- Cuando me tendió la botella nuestros dedos rozaron y estoy segura de que vi como se sonrojaba. Al saber que ya nos habíamos besado antes, intensamente, me dio ternura que un pequeño toque lo pusiera así.

- ¿Puedes decirme algo...?- Nadie me respondía a esa pregunta y ya no podía contener mis dudas.

- Sabes que sí, dime.- Isaac de alguna forma se esperaba cual era mi duda.

- ¿Qué les pasó? ¿Les hicieron algo?

- Pues...Dayana, irá a un centro de menores hasta que se gradúe y es posible que al terminar la escuela la lleven a juicio. Luca...también era a un centro, pero a uno en Alemania para chicos problemáticos. Al cumplir la mayoría de edad irá dos años a prisión y también es posible un juicio para alargar su condena. Aparte...tiene la nariz rota, al igual que el brazo, varias costillas y el fémur quebrado...- Lo último lo dijo con una leve sonrisa que intentó disimular.

- ¿Y ustedes? ¿Les pasará algo?- Esa era la parte que más me preocupaba, no quería que les parada algo por defenderme.

-...Su familia nos quiere demandar por el "ataque" a Luca pero mi tía ya está buscando abogados aunque no es fácil, ya sabes que están algo mal de dinero...Pero no te preocupes por eso, a Alex, Cole y a mí nos decoraron los casilleros y llamaron héroes, no sabes la de chicas que quieren conmigo ahora...- Vi sus intenciones de jugar y se lo agradecí. En ese momento vi que estaría bien, no sería nada fácil, y probablemente sería un camino largo pero, podía con eso. Tenía a Jackie, a Isaac y a mi nueva familia conmigo, podría superar esto y lo que sea que venga.

- No importa cuántas quieran, me quieres a mí.- Dije despreocupadamente mientras seguía comiendo.

- No te equivocas...

Continuamos hablando un buen rato y le enseñé mi colección de Harry Potter junto a todos los libros que tenía de la saga. Cuando me di cuenta, estaba sentada lado a lado con él y sorprendentemente estaba a gusto.

- Isaac...¿Puedes hacer algo por mí?- Tenía algo de miedo pero en verdad necesitaba esto desde hace ya un tiempo.

- Ya te dije que leeré los libros...Oh, no es eso, claro dime.

- ¿Puedes...abrazarme?- Mis mejillas enrojecieron cuando una sonrisa sincera y pura se formó en su cara, vi sus ojos brillar y eso hizo que me sintiera algo mejor conmigo, quizás no daba tanta asco como creía...

- ¿Estás completamente segura?- Asentí y él se acercó aún más.- Me alejaré en cuanto lo pidas, ¿de acuerdo? Pondré mis manos en tu cintura y mi mentón en su hombro junto a tu cuello, ¿estás bien con eso?- Al volver a sentir levante levemente mis brazos y los coloque rodeando sus hombros. Tal como dijo, me tomó por la cintura y estoy segura de qué noto las vendas que tenía en esa zona, pero no dijo nada. Me apretó suavemente contra él y por primera vez desde el incidente, me sentí feliz. Feliz a su lado, en sus brazos...

Isaac es muy lindo💗

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