Sí. Me agrada.

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Ya han pasado cuatro días y no sé nada de mi teléfono. Es Sábado y mi mamá no tarda en buscarme, si no es que ya lo hizo.

RIIIIIIIIIINNNNGGGG

El timbre del departamento no dejaba de sonar. Espero que sea Adam y no mi madre muerta de desesperación. Desde que papá nos dejó soy lo único que tiene y ya la ha pasado muy mal desde que me mudé. Aprovecha cada cosa para venir a verme.

-¿Usted?- Mi mente no estaba tranquila. Este hombre estaba loco o algo por el estilo.

-Sí, pero puedes hablarme de tú. Vine a entregarte tu teléfono.

-Me da miedo preguntar pero, ¿Cómo consiguió... conseguiste mi dirección?

Me daba un pánico cada que me veía fijamente a los ojos. Tenía miedo que de tantas muertes que ha visto me fuera a hacer algo a mi, digo, es un agente del FBI pero eso no quita que no lo conozco ni un 0.04% . Era un completo extraño que había conseguido mi mail, mi dirección y tenía en su poder mi celular.

-Te diré. Soy parte del FBI, busqué información tuya en nuestra base de datos. Iba a buscarte a casa de tu madre hasta que me di cuenta que ella vive en South Africa y tú, pues estudias en un continente diferente, entonces busqué de acuerdo con los registros de la escuela y...

-¡Está bien! Estás siendo muy extraño. Me voy a arrepentir por hacer esto pero, ¿quieres pasar?- Tenía una jarra de té y algo para picar. Adam estaba con su novia y sólo estaba con Lía, mi pug.

Spencer pasó estuvimos hablando al rededor de 2 o 3 horas sin darnos cuenta. Él es tan divertido y sabe muchísimas cosas, tiene una risa tan contagiosa e historias tan agradables que podríamos escribir mil libros. Adam había llegado y se quedó con nosotros a platicar. Tuve que explicarle que nunca llegaba tarde a ningún lado, que el incidente del día de su clase había sido único y que lo lamentaba en serio.

-Bueno, Analía creo que es hora de irme, hay muchos libros esperándome en casa y no quiero ser molesto. - Me levante del sillón y me puse de puntitas para darle un beso de despedida, creo que lo tomó por sorpresa porque me respondió con un apretón de manos. Después de todo era extraño. Salió de casa y me giré a la cocina soltando un suspiro.

-¿Qué fue todo eso?

-¿Qué fue de qué? No fue nada, creo que voy a hablar con mi mami y voy a dormir un rato, está bien?


Salgo con un agente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora