Salgo con un agente.

Está bien, acepto.

Segundo día sin Spence, de haber regresado a la uni y primer día de trabajo. Mi vida es muy cool aunque no parezca. Mentira, no es tan padre como yo digo que es.

Empecé clases súper normal. Antes de llegar pasé por mi café y mi bagel. Después de dos clases de 3 horas por fin tuve oportunidad de descansar y fui a leer un poco al patio de la universidad. Estoy leyendo un libro que me recomendó JJ. No es la clase de libros que yo, Analía, leería, pero me está gustando. Es acerca de una chica que conoce a su verdadero amor dentro de un centro de rehabilitación para esquizofrénicos. El amor está en todos lados y me gusta esto de que pueda reconocer cada parte de él.

-Hey, Annie- una voz un poco conocida pero no muy agradable se acercó a mí.

-Hola....-no podía recordar su nombre, pero sabía que era la novia de Adam.

-Eli, Elizabeth, pero dime Eli.

-Claro, Eli. Oye, gracias por la camita de Lía. La vi ayer en la casa y se me hizo un gesto muy lindo.

-De nada, An. Yo quería decirte que lamento mucho que no nos conozcamos bien y que no seamos las amigas que Adam quiere que seamos, pero estoy aquí para cualquier cosa y si necesitas hablar con una niña de tu edad y así, aquí estoy.- Eli se volteó y apenas dio unos pasos la detuve.

-Elizabeth, Eli, perdón ¿te gustaría acompañare a comprar algunas cosas? Me gustaría tener el punto de vista de otra "niña de mi edad".

-Ay, Annie, me encantaría.- Subimos a mi carro y fuimos a un Ikea a comprar cositas para la casa, ahora ella también formaba parte de la casa junto con Spencer y no teníamos muchas cosas.

Nos tardamos 2 horas en ikea y la llevé a la uni a que recogiera su carro. A devir verdad, me la pasé muy bien con ella. Tal vez la invite a "hacer compritas" luego y la invite a un café. Equis, ahora es tiempo de ir a casa y cambiarme para mi primer día de trabajo. Llegué a casa, alimenté a mi gordita y me metí unos jeans oscuros, toms brillantes y una blusita cómoda. Sería un día largo y más vale estar cómoda.

Llegué a la biblioteca donde empezaría a trabajar. Diez minutos antes, ni más ni menos.

-Ana Sofía, ¿cierto?- El chico que estaba en la caja de la cafetería me llamó la atención.

-No, Analía, tú eres...

-Jorge. Lo siento, soy muy malo con los nombres, pero ya verás que me lo voy a aprender, tienes un gusto muy bueno y eres inteligente.

-¿Disculpa? Apenas voy llegando, ¿cómo lo sabes?

-Soy muy observador. Verás: llegaste con tu celular y acabas de ponerle pause a una canción de Twenty One Pilots, la funda de tu celular no está gastada y esmuy linda, eso quiere decir que a)es nueva, b)la cambias mucho o c)cuidas demasiado tu celular, pero la pulsera que usas y tus aretes quieren decir que eres conservadora y aun así extrovertida.

-Jorge, acaso...

-Sí, soy gay.

-Iba a decir que si trabajabas como perfilador, pero bueno.- *Qué lástima este hombre es extremadamente atractivo*

-Lo siento, hablo mucho. Bienvenida, Ana Luisa, este trabajo te va a encantar

-Gracias, soy Analía, Jorge.

-Es tu primer día princesa, al menos te he dicho Ana.

El día pasó rapidísimo, el chico guapo de RRHH vino a verme dos veces. De verdad es muy serio y muy guapo. En el trabajo tengo que hacerla de barista, tengo que hacer paninis y hacerla de mesera, ¡me encanta! Es raro que Spencer no me haya llamado todavía, pero García sí lo ha hecho. Parece ser que todo este caso va mal y va para largo. Ya extraño a mi noviecillo.

-Bueno, Ana. El día terminó y me encantó trabajar contigo.

-Gracias, Jorge, opino lo mismo.

-Oye, chica linda, ¿qué dices si te invito por unas copas a un bar cerca de aquí?

-Sería un honor, Jorge.- le di la mano y me tomó como una "princesa". Este chico es un amor y me encanta. Hace mucho que no tenía un amigo gay y son tan lindos, bueno, eso cuando no son unas completas perras.

Jorge no tenía carro y ofrecí a yo ser chofer. Este hombre puede que sea mi mejor amigo en años y cuando lo sea también lo invitare a salir con la noviecilla de Adam. Creo firmemente en la frase de "tras las nubes, el cielo siempre es azul". Mi vida está cambiando tanto en tan poco tiempo y es que ahora tengo un nuevo prospecto de amiga y un amigo. A eso sumémosle que trabajo y mi novio es muy bueno. Creo que tengo una vida que no me merezco, pero la amo.

Llegamos a un bar oscuro y muy casual. La gente se veía bien pero, no era nada elegante ni del otro mundo. Había buena música y un ambiente súper relajado.

-¿Quieres esperarme aquí? Voy al baño.- Jorge dejó su celular en la mesa se fue. Seguía pensando cómo puede ser tan guapo y tan gay. Equis, ya no tengo que pensar así, igual, yo tengo un novio hermoso precioso perfecto y así. Jorge me sacó de mis pensamientos y con él traía dos cervezas. Fue una noche muy tranquila. Tomamos unpoco y después fui a llevarlo a su casa, que estaba relativamente cerca de la mía. Llegué a mi casa pasadas las 12:00am y entonces, recibí un mensaje de Spence.

Si estás descupada me gustaría marcarte

-Spence

Para usted, señor, siempre estoy desocupada

-Annie

Unos minutos después Spencer me llamó.

-Hola, bonita ¿cómo va tu noche?

-Muy bien, amor. Tengo cosas muy padres para contarte y gente que tienes que conocer.

-Eso me encanta, Ann. Sabes que me encanta que te vaya tan bien en lo que te propones. Me contó Penélope que saliste con la novia de Adam. Me da gusto. Analía, siento nno haber llamado antes, pero...

-Amor, estamos hablando ahora, no te preocupes. Dime, ¿cómo va todo por allá? ¿Estas durmiendo con Derek?

-HAHA Sí, es divertido hacerlo. Las cosas van bien. Tenemos apenas dos días, pero todo va bien, o eso parece. Ya quiero llegar para verte, aunque lo hago ahora.

-Ya te dije que saques esa foto de la cartera, Reid. Salgo horrible.

-Pamplinas

-Te amo con todo y tus palabras raras, oye.

-También te amo, Ann.

-Tengo mucho sueño...

La llamada de Spence duró otros 25 minutos, pero yo ya estaba dormida. Es tan raro que dice que le gusta oírme cuando duermo, pero qué más da. Lo amo y eso es lo que importa.