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ㅡ¡Mira, mami! ¡Mira! ㅡun par de pasitos retumbaron por el suelo de madera.

Jennie secó sus manos en el delantal que colgaba frente a su pecho y sonrió de lado. Pudo oler a su cachorrito antes de verlo, el suave chocolate con leche filtrándose en el aire. Habían descubierto que su bebito sería un alfa hace casi un año y su aroma oficial empezaba a mezclarse con el de sus primeros años.

Una mata de cabello castaño se aferró a su pierna con un solo bracito mientras que con el restante escondía algo detrás de su espalda.

Jennie se acuclilló delante del niño jadeante, corrió los cabellitos sudados de su frente y besó su naricita.

ㅡ¿Qué tienes ahí, Hoon? ㅡinquirió con una de sus tantas sonrisas. Amaba a su bebito.

ㅡMira ㅡHoon colocó un huevo entre ambos cuerpos y lo observó con sus ojos brillando febrilmente.

ㅡ¡Un huevo! ㅡJennie exageró su sorpresa, sacándole risitas con dientitos de leche a la vista.

ㅡ¡En-enorme! Mamá dice que Elmira puso.

Elmira era una de las tantas gallinas que rondaban por la granja. Ellas solían dejarlas sueltas durante el día para que tuvieran todo el espacio que quisieran y en la noche las guardaban en el gallinero para que ninguna alimaña las pudiera lastimar. Eran sus mascotas, en cierto punto, y desde que empezaron con el proyecto decidieron darle el respeto que se merecían.

ㅡ¡Hoonnie! ㅡRosé ingresó a la cocina con una expresión de preocupación enormeㅡ amor, te he dicho que no puedes correr por ahí solo.

ㅡLo siento, mamá, quería mostrarle huevo a mami.

ㅡBien.

Rosé le sonrió a ambos antes de acercarse a su omega y darle un suave beso en los labios. Estaba sudada y sucia con tierra y césped, pero a su omega nunca parecía molestarle. El roble junto con la menta y la dulce miel se fusionaron cuando ambas lobas interiores se reconocieron, logrando suspiros en todos los presentes.

ㅡ¿Quieres que incluya el huevo de Elmira en tu almuerzo, bebé? ㅡJennie tomó en brazos a su niño y lo meció de lado a lado.

ㅡPor favor, mami ㅡSang-Hoon gimió mientras se acurrucaba mejor en la glándula aromática de la omegaㅡ sueñito.

ㅡOh, mi vida... está bien, en un segundo comeremos y luego podemos tomar todos una siesta en el nido, ¿qué te parece la idea?

Sang-Hoon asintió antes de estirar sus brazos hacia la alfa. Rosé lo recogió y besó repetidamente entre sus cabellos.

De repente, un estrepitoso llanto retumbó desde el piso de arriba, alertando a todos.

ㅡYo voy, amor ㅡ Rosé avisóㅡ ¿vamos a ver qué le sucede a Ji-Hoon? ㅡhizo saltar a Sang-Hoon entre sus brazos, logrando que sonoras carcajada se perdieran entre los pasillos de la casa.

Jennie suspiró feliz, orgullosa de que por fin su vida estuviera tomando el rumbo deseado.

Mientras picaba las verduras que incluiría en la comida, su pasado tomó parte de sus pensamientos actuales.

Había conocido a Rosé en una de las tantas empresas que la alfa manejaba, una automotriz en especifico. Ambas fueron flechadas instantáneamente, cediendo a lo que el destino tenía deparado para ellas. Se enamoraron y tiempo después enlazaron. Sin embargo, coincidieron que la vida que llevaban no era la que querían, aunque esta estuviera compuesta de todos los lujos posible y reconocimiento en pleno centro neoyorquino. Decidieron de un momento a otro dejar todo atrás, compraron una granja a las afueras y se mudaron.

The family's farm | ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora