Habían terminado el vivo de Instagram hace un rato y ya se encontraban comiendo una pasta improvisada, hablaron sobre las nuevas noticias sobre sus vidas, como Pablo estaba hablando con el club por su contrato y Maia como ahora tenía el apellido de Leo.
Después de comer lavaron lo que usaron y se sentaron en el sillón para hacer una videollamada con Mauro Lomardo.
— che boludin. — llamo Maia a Duki tan amorosa como era ella. — ¿Estás con lo' demás o anda de pollerudo con mi esposa?
— Buee sos la menos indicada para hablar Agostina y ya te dije que es mi novia no al tuya. - ella le saco el dedo, mientras el español se mantenía ajeno a esa conversación.
— Que me vení a decir a mi, que yo en la vida de tú jermu soy la principal.
— ¿debería de sentirme celoso? — pregunto Pablo.
— Se supone, pero después de un tiempo te acostumbras. - Mauro le resto importancia. - Boluda re infartarte cuando los ví juntos al principio wacho.
— ¿viste? Más te vale que no le digas a Tiago que es una vieja chusma ese y lo cancelo si dice algo.
— Parecido a vos amor. — dijo Pablo, Paulo río y Maia hizo cara de ofendida.
— Listo asi quedamos ahora me vuelvo a Baires con mi Jermu. — dijo Maia.
— Vamos amor no te enojes. — dijo Pablo.
Maia lo ignoro, le dejo su celular y se fue a sentar en la otra punta del sillón con el celular del español. Claramente lo estaba jodiendo, se le hacía muy divertido verlo enojado.
— Uhh amigo suerte con la roccuzzo que es re brava. Bueno los dejo que si no me vo' a baña' mi mujer me mata. — saludo Mauro cortando la llamada. -Chau cornuda del orto y chau Pablo.
Maia solo nego ante el apodo del Argentino, después tomaría venganza con Emilia.
Pablo miro a su novia y sonrió. Se acercó a ella lentamente y apoyo su cabeza en el hombro de ella. Maia reprimió una sonrisa, el Sevillano la abrazo por atrás y empezó a besar su cuello. La castaña al sentir su tacto suspiro.
— Amor.... — susurro el castaño en su oreja.
Maia se giro y vio esos ojos marrones que tanto le encantaban y lo beso. Fue un beso tierno y lento.
- Vamos a dormir, estoy cansada. - dijo ella muy bajito, ya era bastante tarde en España y al otro día tenían que levantarse temprano.
- Vale. - Respondió el besándola de nuevo.
(...)
Maia se despertó y movió su brazo para abrazar a Pablo, pero se encontró con al sorpresa de la cama vacía. No le hizo mucho caso y se levantó para ir al baño. Se preparó y bajo a la cocina. La hermosa imagen del sevillano cocinando tan temprano la había derretido de amor. Se acercó cautelosamente a él, por detrás y lo abrazo.
— Buenos días amor. — dijo el de Barcelona.
— Buenos días mi gallego. — saludo ella.
— ¿Gallego? Mai cuantas veces hablamos de que soy sevillano. — se quejo el.
— Mepa que necesitas un par de clase de argento. — se rió ella. — En argentina le decimos gallegos a todos los españoles, no importa de donde sean.
Pablo asintió y volvió a lo que estaba asiendo. Al cabo de unos segundos se giro y puso crema en la boca de maia.
— Pablo. — se quejo ella, el soltó una corta carcajada y beso a la Messi limpiando la crema.
— Mmm. — dijo ella.
— ¿Ya no estás enojada? — pregunto el a escasos centímetros.
— Nop, ya no. — sonrió ella y lo volvió a besar. Desayunaron tranquilamente, mientras hablaban sobre el partido que tenía Pablo ese día.
Después de unas horas Maia y Pablo estaban yendo al Camp Nou, para ver el clásico.
Al bajar del auto una gran multitud se abalanzó sobre ellos. Pablo tomo rápidamente la mano de Maia y entraron a las instalaciones del lugar. Esa acción hizo que la mayoría de las chicas gritaran cómo locas.
La Messi fue para el lado de las tribunas con Ana Lewandowska y Mikky Kiemeny.
— Hola. — saludo a las dos mujeres, ellas correspondieron el saludo y esperaron a que el partido empezará.
El partido terminó 2-1 a favor del Barça, para Maia, Pablo había jugado muy bien a pesar de ser bastante enojón.
Ahora los se encontraban en la casa cenando. Pablo hablaba del partido y Maia prestaba atención a lo que el decía. Algo que todos podían notar era que los dos tenían una conexión muy fuerte, cómo si se conocieran de toda la vida, fue flechazo para los dos en el primer momento a pesar de la amenaza de Mateo que Maia nunca se enteró. Los roles cambiaron y ahora Maia hablaba de el nuevo trabajo que le había salido en España y Pablo la escuchaba. Sin duda los dos se amaban, a pesar de que el fuera basta te cerrado Maia supo cómo llegar a el. Algo bastante difícil para la Roccuzzo, no diría que imposible pero lo logro. Para Pablo tampoco fue fácil Maia era la nena de la Selección Argentina y antes de convencerla a ella tenía que hacerlo con los 26 futbolistas.
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midnight rain; Pablo gavira
Fiksi PenggemarMD; "𝗵𝗲 𝘄𝗮𝗻𝘁𝗲𝗱 𝗶𝘁 𝗰𝗼𝗺𝗳𝗼𝗿𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝘁𝗲𝗱 𝘁𝗵𝗮𝘁 𝗽𝗮𝗶𝗻" Donde maia y pablo se conocen a través de amigos pero no todo sale como esperaban.