Capítulo Quince

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Thea

Después de dejar a Nat en su casa y un poco más calmada pude volver a la mía, diría que yo también estoy más calmada que Nat, pero no es así, no es así para nada.

Encontrarme cara a cara con la prometida del hombre con el que me acosté ayer y claro que no menos importante padre de mi hijo.

Mi corazón se fue a mi trasero cuando sujetó la cadena que Aris había dejado en mi casa, los nervios me hicieron arrebatársela de las manos. No es como si se la iba dejar en las manos y decirle: “Dásela a tu prometido que fue quien la dejo en mi casa luego de que me follara con un animal”

No quiero imaginar el día en que sepa quién soy, entendería que quisiera golpearme, yo quisiera hacerlo si estuviera en su situación.

—Entre más pienso, más estupideces suelto —murmuro para mí misma mientras abro la puerta.

Es poco más del medio día así que no me molestó en cocinar, pido algo del restaurante a domicilio para el almuerzo. Pido también que envíen a Sabine en el transporte escolar porque no podré ir por ella.

Le escribo a Aris sobre la salida de Asher.

@Aris: *emoji del pulgar arriba*

Gracias por tu gran respuesta.

Me tiro al sofá esperando que llegue lo que pedí, lo que me dará más de una hora todavía hasta que los niños vuelvan.

Saco el collar del bolsillo y lo pongo frente a mí a dar vueltas, la pequeña A brilla en cada giro.

Miro la pequeña pieza de oro y los recuerdos de anoche me inundan nuevamente, el roce de nuestra piel, el duro tacto de sus dedos al empujarse contra mí, nuestros labios irritados por los besos desenfrenados.

Sin ser consiente de mis acciones mis dedos acarician mis labios en lo que aún puedo sentir a Aris. Siendo sincera conmigo misma todavía puedo sentirlo en cada centímetro de mi piel.

Cierro los ojos intentando alejar toda sensación que provoca ese hombre en mí, no es correcto.

Guardo la cadena la cual quedará aplazada en su reparación por un poco más.

El autobús pita afuera, me levanto y salgo a recibir a la niña que he criado y que solo me mira antes de pasar de mí. Saludo a Miriam la conductora, algunos de los compañeros de Sabine me saludan ya que me conocen, he ido a cada uno de los eventos escolares así que saben lo que soy de ella.

—Podrías al menos darme un saludo, no te cuesta nada ser educada —reprendo a mi hermana que se que está escuchándome—. Lávate las manos, la comida ya debe estar por llegar.

No rezonga a lo que le digo y se dirige al baño.

Cómo predije a los pocos minutos llega el repartidor que nos trae la comida de mi restaurante, le entrego una propina y reviso los envases.

Estoy sirviendo la comida y quemándome los dedos mientras pongo una porción de todo en cada plato la puerta suena, dejo lo que estoy haciendo porque no voy a gastar saliva en pedírselo a Sab.

Abro con una mano y llevo el dedo quemado con restos de comida mi boca cuando me encuentro con esos ojos azules que me están atormentando en las últimas horas.

Lleva una camisa celeste de manga corta que dejan a la vista sus brazos grana y tatuados que…

—Thea —el llamado me hace espabilar y llevar mi vista de sus brazos a su rostro—. Asher fue escogido para una obra de teatro, representarán “El mago de Oz”

Un pequeño accidente (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora