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—Pero... ¿Estás seguro de que podemos entrar acá, Tay?
Se paraliza, pero el mayor es más rápido, empujando a Vegas hacia el cubículo más cercano, metiéndose y encerrándolos a ambos justo cuando la puerta del baño es abierta.
Podían escuchar varias pisadas.
—No, Time —responde Tay riendo —Pero esa es la gracia. No pasa nada. El barman dijo que podíamos venir, que todos lo hacen.
Pete le da una mirada significativa a Vegas que él prefiere pasar por alto e ignorar, entrando en pánico al tener a un cubículo de distancia a su amigo mientras él estaba en una situación tan comprometedora.
—No lo sé —suspira Time y se queda callado por un segundo analizando el entorno —Eso es... ¿semen? Dime que no por favor, porque lo acabo de pisar.
Pete sonríe con gracia y burla al escucharlo. Vegas, por otro lado, cree que morirá si sigue en esa situación.
—Eww, sí —confirma Tay divertido y un poco asqueado —¿Ves cómo todos lo hacen? Es una experiencia nueva, hagámoslo rápido no más y listo.
—¡Qué rata! —chilla Time indignado —Vegas tenía razón; eres una rata, Tay. Págate un motel.
Tay ríe divertido.
—Es esto o un descampado —le responde divertido —Ya no quiero que tus papás se quejen cuando lo hacemos, y los míos no te quieren ver ni en pintura. Espera... ¿Vegas me dijo rata?
—Si, y bastante razón tiene —responde el castaño.
—Hablando de Vegas, ¿en serio crees que le gusta Kinn?
Time se toma algunos segundos para responder, dudando. Pete, por otro lado, parece bastante interesado en escuchar la conversación ajena, mientras fija sus ojos avellana en Vegas, quien no puede creer que sus amigos estén hablando de él antes de tener sexo.
—No lo sé, espero que no —dice con una mueca asqueada —Dios me libre de verlos comerse la boca frente a mí —menciona juntando las manos mientras su mirada se dirigía al techo.
—¿Por qué crees que le gusta? Quizás, solo no le cae bien Pete y ya. Puede pasar, sabes.
El mencionado arquea sus cejas en dirección a Vegas mientras lo toma del brazo y se acerca a él para hablarle bajito.
—¿Les dijiste que no te caigo bien? —susurra haciendo que Vegas intente taparle la boca, pero Pete le toma las manos para que se quede quieto —Qué malo eres, Vegas.
—Shhh —sisea Vegas, rogándole con la mirada que se calle, temiendo lo peor —Cállate.
Pete entrecierra los ojos antes de darle un beso en los labios, tratando de introducir su lengua en la boca contraria. Vegas lo aparta y Pete sonríe.
