Reitero que nunca está demás recalcar que no busco dañar la imagen de ninguno de los chicos; esto es solo ficción hecha de una fan para fans. Comenten si les gusta, ¡espero que lo disfruten!
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✒️❛Han pasado casi dos meses desde el evento de año nuevo, pero Vegas aún no es capaz de decirle a su mejor amigo que se ha estado follando a su novio por miedo a romper la amistad con él.
Para mala suerte de ambos chicos, las mentiras tienen patas cortas.❜
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Habían pasado casi dos meses desde año nuevo; evento donde Vegas le dijo a Pete que lo quería, aceptando estar con él. Sin embargo, tenía miedo, miedo de perder a su mejor amigo, y eso, no lo dejaba hablar con Kinn.
No quería lastimar a Kinn por algo que no pudo evitar; estar con Pete era adictivo, él quería al pelinegro en serio y eso también lo asustaba de cierto modo ya que, por él, había traicionado a su mejor amigo de años.
Pete había influenciado en él de manera impresionante; todos podían notarlo. Habían pasado sólo algunos días y ya no estaba malhumorado, ni se descuidaba como lo había estado haciendo antes. Todo lo contrario, parecía algo distraído, pero indudablemente feliz.
Time había comentado lo mucho que le sonreía al celular e hizo el intento por sacarle el nombre, el motivo de su cambio de humor, pero Vegas sólo sonrío nervioso, desviando el tema sin mirarlo a los ojos.
Hasta ese momento, nadie sabía la razón oculta ni la persona que hacía que Vegas, con un mensaje, fuera de donde fuera que esté.
Hasta ese momento.
Kinn se adentró al departamento, masajeando su cuello mientras cerraba la puerta detrás de sí con una patada demasiado fuerte para su gusto, pero no se iba a detener en procesarlo mucho. Tiró sus llaves a la mesa, dejando su mochila en el primer lugar que encontró, a la vez que paseaba su mirada por el departamento en busca de su mejor amigo.
De la heladera, sacó una botella de agua para beberla directamente, sin utilizar un vaso. Vegas le gritaría si estuviera presenciando sus acciones, alegando que él también bebía de allí y no estaba interesado en compartir sus asquerosos gérmenes y saliva con él, pero la verdad era que a Kinn no podía importarle menos.
Con el silencio, se percató de un extraño sonido, como un golpe seguido de un gemido demasiado agudo. Entrecerró los ojos, tomándose su tiempo para guardar la botella de la heladera, revisando su celular.
13:25 pm marcaba el reloj de su celular; sabía que debía estar en el trabajo, pero había pedido retirarse antes, ya que se sentía un tanto enfermo. Dolor de cabeza y náuseas, le había dicho a su jefe, y la verdad era que, mas que el dolor de cabeza, no tenía interés de estar allí.
