Todos los sueños,
todos juntos, como ladrillos,
se alzan rosando el cielo,
todos juntos,
una enorme pared circular,
un alto horno en cual arder,
liberando mi alma,
cocinando este cuerpo mortal.
Explota, mi deseo,
de dejar atrás todo lo ajeno
todo eso que me apaga.
Ve, mírame,
mira como brillo en la eternidad,
ve, conóceme,
mi luz calentara
tu alma, al menos, eso espero.
Escucha mi voz
en los cuatro vientos,
la historia de quien lucho.
Ven, mira, siente.