85

2 0 0
                                    

Ya no me dejo engañar

con el fulgor de tu mirada.

Aunque en tus ojos brille la esperanza,

dices ser víctima de la mala suerte,

pero en realidad, eres

un cobarde inerte.


Tu discurso es una fachada

una excusa para no hacer nada.

Nunca te atreves a avanzar,

detrás de tu mascara de desgracia

se oculta la verdad de tu

falta de audacia.


En el pasado te hubiera ayudado,

ancla, que al conformismo

me estarías arrastrando.

Ya no me caigo en esta trampa

no me dejo engañar

nunca existieron damiselas en apuros

ni el bueno abrazado por la desgracia.


No te dejes engañar,

que su pena no te dé pena

no se quieren esforzar.

siempre les falta cinco para el peso,

porque nunca se quieren ayudar.

La fortuna nunca favorece al desprevenido.

poemas, letras y mas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora