Nos acostamos
juntos aquella vez
cuando miraste
el cielo por ultima vez.
Antes del final,
contaste tus sueños,
tus anhelos.
Cerrando tus ojos
te dejaste llevar,
sin preguntar
cuando nos volveríamos a encontrar.
Sentí el silencio,
comprendí el universo
en la penumbra de tu adiós.