𝐄𝐋 𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 𝐒𝐀𝐁𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐁𝐔𝐅𝐎𝐍 | ꜰᴇᴍ ʀᴇᴀᴅᴇʀ x ᴄʜᴇꜱᴛᴇʀ

''𝓔𝓵 𝓼𝓪𝓫𝓸𝓻 𝓭𝓮𝓵 𝓐𝓜𝓞𝓡''

La brisa, suave y acariciante, jugueteaba con los cabellos de los tres brawlers mientras avanzaban con paso lento hacia el majestuoso castillo de Mandy.

_____ y Fang llevaban una conversación animada, donde el asiático compartía anécdotas que, aunque exageradas, pintaban un colorido cuadro de su pasado como actor, resaltando sus grandes filmajes y la fascinación que siempre había sentido por el séptimo arte.

Haciendo un gesto de sacrificio personal, Chester había permitido que _____ se adelantara para charlar con el karateca. Aunque le dolía interiormente, había aprendido que mantenerse callado era la mejor opción, evitando revivir situaciones pasadas y no queriendo que su naturaleza posesiva afectaran el buen ambiente que la joven y el asiático compartían.

El bufón, caminando pausadamente detrás de ellos, observaba el dulce castillo con una mezcla de melancolía y preocupación, mientras sus pensamientos carcomían su mente y provocaban un tic nervioso en su ojo.

_____ y Fang continuaron su animada conversación mientras caminaban hacia el castillo.
Chester, por otro lado, caminaba detrás de ellos, escuchando cada palabra con amargura.

La chica sonrió con fascinación al escuchar las emocionantes historias del asiático sobre sus experiencias en el cine de acción.

—¿Y alguna vez te enfrentaste a algún peligro real durante esas filmaciones?— preguntó la peli_____ con una chispa de intriga en sus ojos, buscando detalles más emocionantes.

Fang, encantado de compartir, le respondio

—¡Oh, sí! Hubo una vez que tuve que hacer una escena arriesgada, casi caigo desde una altura considerable. Fue aterrador, pero al final todo salió perrrrfecto. — Sonrió el karateca con audacia.

Chester, oyendo cada palabra, apretó los puños con fuerza, lidiando con sus emociones mientras caminaban hacia el castillo con una falsa sonrisa.

—Deberías haber visto cómo me destacaba en pantalla, _____. Era como un torbellino de patadas y puñetazos, y obviamente, me veía fantástico—añadió Fang con una sonrisa egocéntrica, sin notar la mirada de desdén del bufón.

Mientras tanto, poco a poco se acercaban al dulce castillo, la estructura iluminada por la luz de la luna que se reflejaba en sus majestuosas torres.

La brawler rió, disfrutando de la historia y el carisma del karateca, mientras caminaban hacia el castillo.
El relato de Fang sobre sus experiencias en el cine entretenía a _____, pero al dirigir su mirada al pelirrojo, notó una sombra de enfado que intentaba ocultar.

Decidiendo detener la caminata, La fémina se acercó a Chester, colocándose a su lado. La tensión en el ambiente era palpable, y ella buscaba las palabras adecuadas para incluir al bufón en la conversación y disipar la incomodidad que flotaba en el aire.

El karateca, al notar el cambio en la dinámica, miró hacia atrás con curiosidad, observando cómo _____ se acercaba al pelirrojo.
Fang, intentando distraerse, exploró los alrededores con la mirada en busca de algún detalle interesante en el que pudiera perder el tiempo.

Finalmente, la brawler se decidió a hablar.

—Eh, Chester... ¿alguna vez te has aventurado en el mundo de las obras teatrales? Entiendo que eres un bufón, pero estoy segura de que podrías brillar en el escenario — comentó _____, tratando de involucrar al pelirrojo en la conversación de manera más positiva.

El bromista, con sarcasmo evidente, respondió:

—Oh, por supuesto. He participado en innumerables obras. Soy todo un maestro del teatro, como podrás imaginarte. — Chester la miró con ironía y, en un gesto rápido, apartó la mirada hacia el suelo.