Mientras el Sr. Supercell lideraba el camino hacia el interior de sus oficinas, el grupo lo seguía en silencio. Chester, caminando con pasos lentos y tensos, mantenía sus ojos en la espalda de Supercell, vigilando cada movimiento. La expresión de Mandy oscilaba entre la preocupación y el alivio; una parte de ella se tranquilizaba al saber que habían tomado una decisión, mientras otra, en lo profundo de su ser, no podía ignorar el eco de sus propias dudas. Larry, por su parte, intentaba mantener la calma, aunque una inquietud creciente le tensaba los hombros.
Lawrie, a diferencia de los demás, sentía una tensión que casi podía palparse. Aunque había accedido a dejar a _____ en manos del Sr. Supercell, no podía sacudirse la sensación de peligro inminente. Observaba a su gemelo, Larry, con una expresión llena de reproche y advertencia. Para él, la decisión de confiar en el Sr. Supercell era casi una traición, una falta de protección hacia la joven en sus brazos.
Supercell, caminando al frente con paso confiado, de vez en cuando giraba levemente la cabeza para asegurarse de que el grupo lo seguía. En cada uno de estos momentos, su mirada destellaba con una satisfacción mal disimulada, aunque trataba de ocultar sus intenciones bajo una sonrisa cortés.
De pronto, el silencio se rompió cuando Mandy, queriendo aliviar un poco la carga emocional, se volvió hacia el Sr. Supercell.
—Señor, realmente esperamos que pueda ayudar a nuestra compañera. No sabe lo importante que es para nosotros. Todos estamos aquí porque creemos en su... capacidad —La princesa enfatizó con cuidado, su tono mostrando un respeto mezclado con una leve reticencia.
Supercell se detuvo un momento, mirándola con una expresión que parecía ser calculada, un destello de comprensión y una sonrisa que se extendió de manera inquietante.
—Ah, querida Mandy, no tienen nada de qué preocuparse —respondió, con un tono casi paternal, que al bufón le resultaba cada vez más insoportable—. Ustedes son mis creaciones, y por supuesto, me encargaré de que ella reciba los... cuidados necesarios.
Ese "necesarios" reverberó en los oídos del bufón y finalmente, sin poder contenerse, intervino:
—¿Cuidados "necesarios", eh? —preguntó Chester, sin disimular el desprecio en su tono y sin apartar la vista de Supercell—. A mí me parece que usted disfruta demasiado de este "proceso". ¿Realmente hará algo por ella, o solo juega con nosotros?
La pregunta hizo eco en el pasillo. Todos se detuvieron. El Sr. Supercell alzó una ceja, fingiendo una sonrisa de paciencia que no alcanzaba sus ojos.
—Querido Chester, ¿acaso dudas de mi intención? —preguntó en tono seco, cruzando los brazos y acercándose a él, sus ojos clavándose en los del bufón.
Chester se cruzó de brazos también, con una media sonrisa que no ocultaba la tensión en su cuerpo. Pero antes de que pudiera responder, Mandy intervino, notando la situación y sintiendo el peso de la confrontación.
—¡Basta, Chester! ¡Esto es por _____! No hagas que esta situación sea más complicada de lo que ya es —dijo la peliverde, en un intento por controlar el conflicto.
El pelirrojo suspiró, sin apartar su mirada del Sr. Supercell. Finalmente, asintió, aunque el desprecio seguía en su expresión.
—Muy bien, Mandy. Pero no lo hago por él, créeme —murmuró el bufón, todavía observando al creador con desconfianza.
ESTÁS LEYENDO
𝐄𝐋 𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 𝐒𝐀𝐁𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐁𝐔𝐅𝐎𝐍 | ꜰᴇᴍ ʀᴇᴀᴅᴇʀ x ᴄʜᴇꜱᴛᴇʀ
Romance𝘊𝘏𝘌𝘚𝘛𝘌𝘙 𝘟 𝘓𝘌𝘊𝘛𝘖𝘙𝘈 - ⚠️CAPITULOS LARGOS -¡𝑩𝒊𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒊𝒅𝒂 𝒂 𝑪𝒂𝒏𝒅𝒚𝑳𝒂𝒏𝒅! Esta narrativa toma una ligera inspiración de "Dulce sin azúcar" de Paulinaaa_owu (Aunque, lamentablemente, la historia actualmente se encuentra elim...