Cap. 3: Proceso.

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Dos semanas después.

Luego de haber pasado catorce días desde que Brian trabaja a mi lado... Han sido los días donde la discoteca ha tenido mayores ventas, en entrada, bebida y tips para los bailarines y camareros, como tambien han sido los días donde el estrés ha sido mi amiga.

¿Por qué lo digo? Empezó todo en la noche de debut de Brian hace dos semanas. Ya me habia hecho la cabeza de que, a pesar de que me guste, tengo que acostumbrarme a ver el deseo de los clientes fijos en esa pantera de cuerpo de Adonis.

La realidad fue... Que no estaba listo ni aunque me preparase.

La noche de su debut, los clientes habían sido informados en el momento de un show nuevo. La sorpresa seria Brian bailando como stripper, ya que no ofrece servicios privados. Tanto clientes como empleados estaban ansiosos de ver el show. Aunque los que trabajan saben más o menos lo que es, yo era el único que sabia todo; canción, vestimenta, coreografía. E incluso... Como acabará.

No fue sencillo convencerlo, pero al final lo logré. La noche habia caído, el show de Brian se hará en medio de la noche, donde la mayoria de los clientes ya están bajo los efectos del alcohol, dejando la lujuria y el deseo al aire estando en un ambiente donde el sexo se respira sin siquiera estar haciéndolo.

Eran las casi tres de la mañana, momento del show de Brian. Me habia acercado al camarote de este luego de dar un servicio privado. Aunque el chico luego se retractó debido a los nervios que sintió (iba a ser su primera vez), me llevé una buena mamada de culo. Tan inocente la cebra y todo, pero sí que sabía como usar esa lengua. Por un momento dudé si realmente ers virgen, o solo es suerte de principiante.

Al estar en frente de la puerta, toqué lo suficientemente fuerte con tal de que me escuchase, ya que desde donde estábamos, podía oir el ruido fuerte de la música puesta por el DJ.

— ¿Brian? — llamé, esperando alguna respuesta. — ¿Estas listo? Faltan unos minutos para tu salida.

Esperé un poco, pero no escuché nada por su parte. Cuando mi pata se movió para abrir la puerta, esta se abre de manera rápida y sorpresiva, dándome la imágen de una pantera vestida de traje un poco más ajustado de lo normal para que resalten sus músculos, una gorra de chófer, y pantalones negros que aprietan tanto sus muslos, nalgas y un bulto que... Madre mía, casi me arrodillaba para mamarsela.

Claramente me habia puesto sonrojado por lo condenadamente sexy que se encontraba. Y antes de que pudiera reaccionar, Brian me habia tomado de la muñeca para hacer que entre a su camerino y cerrar la puerta.

— Woah, tranquilo querido. Si solo querías una noche conmigo, tendrías que haberlo dicho. — dije en broma, tratando de ocultar el nerviosismo que sentí en esos momentos. —

— L-Lo siento por eso, je... — al mirar a Brian, pude notar al instante que estaba nervioso por la manera en la que sus orejas estaban bajas, y su cola permanece inmóvil. — Realmente necesito calmarme, y no se como hacerlo.

Era lógico. Una cosa es estar atendiendo clientes, y entregando sus bebidas. Otras es bailar hasta quedar casi desnudo en frente de muchas personas que dicen de todo menos palabras bonitas. Me acerqué hacia el para poner mis patas en ambos hombros, llamando su atención.

— Lo harás bien, Brian. — afirmé, sonriendo con confianza. — Piensa en que estas solo, bailando para ti. Concéntrate en la música, y déjate llevar. — acaricie sus hombros suavemente, antes de llevar mis patas a sus mejillas y hacer que su mirada se mantenga conectada a la mía. — Pero sobre todo, no olvides divertirte. Aunque sea trabajo, también bailas.

"Addiction"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora