"Addiction"

Cap. 5: Cura.

Okey, en algún momento de la tarde me habré quedado dormido, y estoy soñando en estos momentos. Si es así, por favor despiértenme. Porque siento que estoy durmiendo y no es real.

Me pellizco de manera discreta en uno de mis brazos. El dolor es real. No... No es un sueño.

Brian está a mi lado, sentado en el sofá luego de haberle dejado pasar e ir a ponerme unos pantalones. Ambos hemos estado en silencio durante diez minutos. Y no me siento incómodo, sino impaciente. No quiero presionarlo para que hable, pero la curiosidad me está matando. No tengo idea de que debería de hacer.

¿Tendría que dar el primer paso? ¿Esperar a que Brian hable? ¿Entablo una conversación normal? Por fuera me veia tranquilo, pero por dentro siento que me estoy arrancando el pelaje de los nervios.

Giro mi rostro para observar a la pantera a mi izquierda. Su rostro serio, mirando a un punto fijo, seguramente pensando en como debería de hablar. O tal vez esté pensando en otra cosa. Y desde este ángulo... Dios, que jodidamente guapo se ve. Incluso con esas pequeñas ojeras que tiene. Agradezco ser una pantera para distinguir cuando otra tiene ojeras.

— ¿Quieres un poco de agua? — ofrecí, rompiendo el silencio. —

Brian gira su cabeza en mi dirección. El desconcierto en su rostro es demasiado obvio. Aunque rápidamente sonríe.

— No... No, esta bien. Gracias. — respondió, rascando su nuca con las orejas bajas. —

Y ahi, nuevamente nos quedamos en silencio. Ahora sí siento que es uno incómodo. Al menos de mi parte. No sé que hacer para hablar. En todo este tiempo (que no es mucho) que llevamos conociéndonos, nuestras conversaciones fluían de manera algo natural. Y ahora... Nada. Ni siquiera sé que debería de hacer. Mi corazón late rápidamente, esperando que él no lo note. Dejo salir un suspiro y miro a un punto fijo en el suelo.

— Brian, ¿qué es lo que querías hablar? — dije, siendo lo más valiente que pude. —

Brian se quedó unos segundos callado, antes de sentir como se acomoda en el sofá. Supongo que encarando a mi dirección.

— ¿Podrías mirarme a la cara, por favor? — ante la pregunta, no dudé en levantar la cabeza y mirar su rostro. Llevándome una grata sorpresa. —

Esta... Sonriendo. No se porqué, pero hace que también sonría. Incluso parece que en esos hermosos ojos marrones hubo un pequeño instante donde brillaron en verde. Lo cual, me dejó confundido. Pero no lo hice notar.

— Quiero que hablemos de nosotros. —

Aquella sentencia hizo que mi cola se pusiera rigida, mi pelaje se erice, a la par que mis hombros se tensen. ¿De eso quiere que hablemos? No sé que clase de "nosotros" hay aqui, pero...

— Bien... ¿Q-Que sería? — los nervios estaban a flor de pelaje. Notandose por como mi pelaje se eriza. —

— Primero... Quiero que me digas que opinas de mi. — parpadee un par de veces, tratando de procesar sus palabras. ¿Me quiere matar acaso? —

— ¿De ti? — fue lo que me salió. —

Brian asiente, e incluso se acomoda mejor en el sofá. Esperando a que hable. Dejé salir un suspiro, a la par que aparté la mirada unos momentos mientras mi mente maquina la forma de poder hablar sin siquiera parecer enamorado. Mi corazón sigue latiendo, a un ritmo un poco más tranquilo de momento.

— Pienso que eres alguien increíble. — empecé a decir, teniendo una pequeña sonrisa en mi hocico. — Eres carismático, agradable, trabajador, te preocupas por los demás en el poco tiempo que llevas en el club... Sin mencionar la fuerza que tienes para rechazar a esos clientes desesperados por probar un poco de ti. — inconscientemente, llevé una de mis patas a mis labios. Recordando el beso que me había dado hace una semana. — Eres totalmente distinto a ti. No solo en físico, que me parece que eres la reencarnacion de Adonis en persona. Sino porque tu personalidad es sumamente distinta. Bajo esa faceta de macho serio, está una agradable pantera que... Que...