C ᴀ ʀ ᴛ ᴀ s | Mɪᴋᴀʏᴜᴜ.

Rᴇsᴘᴜᴇsᴛᴀ ɪɪ.

—Oye... Yuu-chan.—Llamó en rubio con la mirada en el suelo.

—¿Si?—Respondió.

Ambos estaban nerviosos, Yuu por fin pudo soltar lo que llevaba guardando por años, mientras que Mika buscaba las palabras correctas para responderle.

Obviamente iba a decirle que también lo quería, que le gustaría que fueran algo más, pero no sabía cómo decírselo.

Todo quedó en silencio por algunos segundos, fue algo incómodo para el azabache, así que carraspeo para calmar un poco su ambiente.

—¿Creíste en algún momento en que podría odiarte por esto.—Levantó un poco la mirada, Yuu volvió a apartarla rápidamente.—¿Creíste que tus sentimientos serían rechazados?

¿Lo creía? La verdad es que no estaba seguro, solo tenía miedo en que su Mika lo rechazaba, no podrían seguir con su amistad como hasta ahora.

—Yo... no estoy seguro, Mika. Tengo miedo, pensé: "¿Podremos seguir siendo amigos después de esto?" "¿Me estoy arriesgaando demasiado?" "Tal vez Mika me vea raro..." ¿Entiendes? Esos miedos típicos que siente la gente cuando se enamora de su mejor amigo.—Yuichiro lo había pensado mucho, tal vez demasiado, y hasta el momento hay tenía miedo de ser completamente rechazado.

—Escúchame, Yuu-chan—. Mikaela entre lazo una de sus manos con la de su contrario y sonrió.—Me alegra saber que sientes lo mismo que yo...—El Ichinose levantó su mirada, confundido por lo que había escuchado, ¿no lo rechazaría?—¿Sabes? Fue difícil todo este tiempo, ya sabes, tratar de ocultar aquellos sentimientos. No quería perderte.

Mika terminó de hablar y nuevamente todo quedó en silencio. El azabache intentaba procesar cada palabra que había dicho el rubio, sin poder evitar el sonrojo que comenzaba a evitar sus mejillas.

—"Nᴏ ǫᴜɪᴇʀᴏ ᴠᴇʀ ᴍɪ ᴠɪᴅᴀ ᴄᴏɴ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ᴍᴀ́s ǫᴜᴇ ᴄᴏɴᴛɪɢᴏ".

Aquella frase no le dejó más dudas. Yuu lo entendió, Mika correspondía a sus sentimientos.

Se abalanzó contra él y lo abrazó, lo abrazó tan fuerte que creía que en cualquier momento podía romperlo, pero cuando sintió los brazos del otro chico rodearlo, todo pensamiento desapareció de su cabeza.

Sonrió y dijo:

—"Gracias por todo, Mika"...