Es miércoles, y acabo de salir de mi último examen. Esa sensación de libertad que tanto necesitaba invade mi cuerpo. Esa felicidad por haber acabado los exámenes, es todo lo que necesitaba.
Mi móvil vibra y automáticamente sonrío al ver que Fermín me ha escrito. Pensaba que después de hablar las cosas nuestra relación se distanciaría más, pero fue totalmente al revés. Estábamos superbién, hablábamos cada dos por tres e incluso quedamos algunos días en mi casa para desconectar de estudiar.
Fermín🙈: Qué tal ha ido el último examen?
(Yo): Acabo de salir y estoy eufórica. ¡Libre al fin! ¿Y tú?
Fermín🙈: Todavía me queda uno mañana. Estoy algo nervioso, la verdad. Voy a estar toda la tarde en casa repasando.
(Yo): Tranquilo, estoy segura de que te irá genial. Confío en ti.
Fermín🙈: Gracias. Te quiero❤️
Apago el móvil y me voy con mis compañeras de clase a la cafetería a tomarnos un café, mientras comentamos como nos han ido los exámenes de hoy. Cuando todas se marchan yo me dirijo hacia el mostrador a pedirme un café para llevar, no tengo plan, así que decido darle una sorpresa a Fermín y ayudarlo con su tarde de estudios. Ya que mis compañeras ya se han ido y Tania ha quedado con unos primos que han venido a visitarla.
Aparco el coche en frente de la casa de Fermín y camino hacia la puerta cargada con los cafés y el bolso.
- ¡Sorpresa! - grito eufórica en cuanto abre la puerta.
- ¿Qué haces aquí? - pregunta incrédulo riéndose.
- He venido a hacer tu última tarde de estudios más amena. ¿Café?- digo levantando el Capuchino que le había comprado en la cafetería de mi universidad.
- Por favor sí- dice cogiéndolo con ansias e invitándome a pasar.
Entramos y nos dirigimos a la mesa de la cocina donde Fermín estaba estudiando. Coloco los cafés en la mesa, y nos sentamos frente a su ordenador.
- ¿Cómo lo llevas?- le pregunto cogiendo las hojas de apuntes que tenía encima de la mesa
- Va, pero estoy algo nervioso. Gracias por venir, en serio. Ayuda mucho tener compañía. - me dice sonriéndome.
- No me des las gracias Fer. Estoy para lo que necesites.- digo peinándole el pelo.- ¿Quieres que te ayude con algo en específico? No sé mucho de todo esto, pero si puedo echarte una mano...
Fermín me da las hojas con todo lo que se tiene que estudiar de esa asignatura y yo le voy haciendo preguntas de todos los temas.
- Te lo sabes todo genial. No estés tan nervioso, lo vas a petar. Yo que tú lo dejaría ya porque como sigas te vas a empezar a agobiar.
- Tienes razón.- veo como empieza a cerrar los libros.
- Ahora relájate un poco, mereces descansar antes del examen de mañana.
- ¿Te quedas a ver una peli o algo?
- Tengo toda la tarde para ti López. - le digo sonriendo.
- Perfecto Señorita Guiu, me encanta oír eso.- al instante noto como mis pies dejan de tocar el suelo. Fermín me ha cogido cuál saco de patatas y me lleva por toda la casa corriendo.
La risa se apodera de ambos mientras Fermín me lleva por la casa. Aunque al principio intento protestar, pronto me rindo, ya que la risa no me deja hablar.
- ¡Fermín, suéltame! - le repito varias veces entre risas, a lo que él niega con la cabeza. Terminamos en el sofá, riendo y recuperando el aliento. Fermín se sienta y yo me acurruco a su lado para ver la película.
Dejo que él elija la película, ya que yo suelo dormirme a los pocos minutos y no le presto mucha atención. Y eso hago, entre el sueño que tenía y el masaje que Fermín me estaba haciendo en la cabeza, me quedé dormida en poco tiempo.
No sé cuanto tiempo llevaba dormida, cuando me despierto veo que la película ha finalizado, pero la televisión sigue encendida. Noto un peso encima de mí. Fermín se ha quedado dormido en mi vientre, abrazándome por la cintura. Me quedo quieta por un momento y miro a Fermín durmiendo plácidamente en mi regazo. Sonrío al verlo tan relajado y decido no despertarlo. Paso mis dedos por su pelo, acariciándolo suavemente.
Fermín bosteza y se estira, sin abrir los ojos.
- ¿Cuánto tiempo he estado dormido? - pregunta sonriendo.
- Un buen rato - respondo con una risa suave. - Parece que el estudio te ha agotado.
Fermín se sienta, aún medio, adormilado, y me mira.
- Gracias por quedarte- murmura, tumbándose otra vez encima haciendo que suelte una leve risa.
Estamos un rato más así, hasta que decidimos desperezarnos y levantarnos del sofá.
- ¿Te quedas?- me pregunta mientras vamos de vuelta a la cocina.
- ¿A cenar? Sí.- le respondo.
- Y a dormir, también. - afirma dándose la vuelta para mirarme.
- Fermín, yo...- intento hablar.
- Te quedas.- me corta.- No era una pregunta.
Yo ruedo los ojos y acepto con la cabeza, Fermín aplaude y me da un beso en la frente. Hacemos la cena entre risas y con ambiente relajado y cómodo. Me doy cuenta de lo bien que me siento con Fermín y de la conexión entre nosotros. Miro a Fermín con una sensación familiar que pensé que había desaparecido. Me doy cuenta de que esa chispa que creía que ya no estaba, sigue estando ahí, y que nunca se ha ido, solo intentaba no hacerle caso para que no me hiciera sentir peor. Nunca he podido ver a Fermín solo como un amigo, siempre he querido algo más, aunque me lo negase a mí misma, pensando que así me olvidaría de él.
- ¿Chiara?- me saca de mis pensamientos.
- Dime.- digo sobresaltada.
- Te estaba diciendo que si quieres más ensalada o así está bien.- me dice.
- Así está bien, gracias.
- ¿En qué pensabas?- pregunta sonriendo.
-¿Eh? No en nada. Que el sábado he quedado con mi madre y no sé donde. - me invento, y por la cara que pone sé que no se lo ha creído, pero decide seguirme el rollo y no volver a preguntar.
Al acabar la cena, ayudo a Fermín a recoger los platos y utensilios que hemos utilizado y rápidamente subimos a su habitación, ya que mañana tiene que madrugar para ir al examen.
- Déjame algo de ropa para dormir. - le digo mientras me desato las zapatillas.
- Por mí puedes dormir desnuda.- me responde con una sonrisa pícara. Yo le contesto tirándole uno de los zapatos, a lo que él lo esquiva riéndose. - Es broma Kiki, coge lo que quieras del armario.
Le hago caso y cojo una camiseta larga y un pantalón corto de chándal, y me cambio mientras Fermín está en el lavabo. Cuando vuelve yo ya estoy metida en la cama, esperándole para apagar la luz. Cuando se tumba espero a que se acomode para poder apagar la luz y cuando lo hace la apago.
Fermín me busca con el brazo y yo me dejo abrazar, acurrucándome en él y abrazándolo también.
- Descansa Guiu, te quiero.- dice dándome un beso en la frente. Yo le respondo con un beso en el pecho.
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FORMENTERA - Fermín López
FanfictionChiara Guiu, estudiante de Arquitectura en su tercer año de carrera, y hermana mayor del futbolista del Barça B, Marc Guiu. Su vínculo va más allá de la relación fraternal, ya que ambos no solo comparten lazos familiares, sino que también comparten...