4. ACLARAR LAS COSAS

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Ayer hice mi primer examen y me fue bien. Hoy no tengo clases prácticas, así que tengo la mañana libre. Mi hermano Marc me pidió que hoy lo llevara a entrenar, así que eso hice. Le dije a Marc que podríamos ir a mirar el regalo de cumpleaños de nuestro padre al acabar el entreno. Así que lo acompañé y me quedé a esperarle en las gradas, mientras repasaba algunos apuntes que había llevado.

- Hola fea.- levanté la mirada de mis apuntes al escuchar que alguien me hablaba.

- Lo de fea sobra, y lo sabes. - le contesto al Fermín sudado que tengo delante de mí, apoyado en la barandilla, sonriéndome.

- Lo sé, lo sé. - dice riéndose. - ¿Cómo tú por aquí?

- He traído a Guiu Jr. en el coche, y luego nos iremos de compras. Si no tienes nada que hacer, puedes venir con nosotros.

- Tengo que estudiar, pero si me lo pides así, iré con vosotros. - dice sonriendo, a lo que yo ruedo los ojos y le sonrió de vuelta.

- Anda, tira a entrenar, que últimamente te veo flojo en los partidos eh.- le digo de broma para picarle.

- Pero aun así soy tu jugador favorito. - dice antes de irse guiñándome un ojo sonriendo, a lo que yo niego con la cabeza mientras me río.

El entreno se pasa rápido y cuando me doy cuenta los chicos ya están camino a los vestuarios para ducharse y cambiarse. Le escribo a Marc para decirle que le espero en el coche, a lo que él me responde con un simple "vale".
Mientras estoy apoyada en la puerta del coche, veo a mi hermano acercarse.

-¿Vamos?- me pregunta cuando llega a mí. A lo que yo le hago un gesto de que se espere. - A quien tenemos que esperar.

- A mí. - dice Fermín, justo detrás de él, sonriéndole.

Abro el coche y veo como mi hermano intenta sentarse en el asiento de copiloto, pero Fermín se le adelanta, a lo que yo me río al ver la cara que se le queda a mi hermano.

- Al menos pon buena música bro.- dice Marc desde el asiento de atrás.

- Si soy vuestro DJ favorito hermano.- dice conectando su móvil al Bluetooth del coche.

- Eres igual de malo con la música que con la pelota.- vuelvo a picarle.

-Uf, eso ha dolido.- se ríe mi hermano dándole golpecitos en el hombro a Fermín.

-¿Qué te pasa hoy conmigo a ti?- me pregunta Fermín haciéndose el enfadado, a lo que yo me río.

- Era broma Trujillo, con la música no eres tan malo. - le sonrío, a lo que él me hace una mala cara y se queda callado, y mi hermano y yo nos empezamos a reír de él.

-¿No tenéis algo mejor que hacer que reíros de mí? - pregunta Fermín fingiendo indignación, pero con una sonrisa en los labios.

- No, la verdad es que no. Es divertido ver tu cara de ofendido. - le responde Marc.

Al poco rato llegamos al centro comercial. No es que sea muy fan de ir de compras, sobre todo cuando hay mucha gente y no se puede ni caminar en las tiendas, pero aquella mañana el centro comercial estaba bastante tranquilo.

- Por cierto, ¿tienes pensado qué regalarle a papá? - pregunto a Marc.

- Había pensado en algo de ropa ciclista, como ahora sale cada domingo con el tío Jorge a montar en bici por la montaña...- di la idea.

- Me parece bien. - añadió Marc.

Nos pasamos parte de la mañana en diferentes tiendas de deporte, pero al final encontramos lo que queríamos. Era la hora de comer y yo tenía bastante hambre, menos mal que Fermín propuso comer en algún restaurante por aquí.

- ¿Comemos algo? - propone Fermín.

- Si pagas tú sí. - digo mirándole con una sonrisa en la cara de niña pequeña.

- ¿Yo? ¿Por qué siempre me toca a mí? - se queja Fermín, aunque con una sonrisa en el rostro.

- Porque eres el mayor, y eso implica responsabilidades.- le contesta mi hermano. - Aunque pensándolo bien, tengo clase en media hora, así que pillaré algo rápido de comer en casa e iré para el instituto.

Mi hermano Marc seguía en el instituto, concretamente en 2 de Bachillerato. Es el más pequeño de todos nosotros.

- Te llevamos, así no tienes que ir caminando hasta casa y tardarás menos. - le digo.

- Vale, pero vosotros id a comer si queréis. - nos dice.

Yo miro a Fermín, el cual ya me está mirando como preguntándome.

- Guay, pues te dejamos en casa y nos vamos.

Y así hicimos, cuando dejamos a Marc en casa, Fermín se puso a mirar sitios a los que ir a comer. Finalmente, encontramos un restaurante de comida mediterránea al que yo tenía muchas ganas de ir, así que decidimos probar ahí. El camino a solas con Fermín fue normal, para nada incómodo como el otro día. Mientras conducía pensaba si hablar el tema del otro día ya, o dejarlo para después de exámenes. Pero finalmente me decidí por zanjarlo ya y no esperar más. Así que cuando llegamos y nos sentaron en una mesa pedimos y le pregunté.

- Oye Fermín, sobre lo que dijiste el otro día de que te arrepentías...- le pregunto con cierta timidez. Fermín me mira sorprendido por un momento y luego sonríe.

- ¿En serio quieres hablar de eso ahora?

- Sí, porque me quedé pensando en ello y creo que es mejor aclararlo, ¿no crees?- Fermín asiente y suspira.

La camarera llega con nuestros platos y dejamos el tema a un lado momentáneamente. Fermín me mira fijamente y toma un sorbo de su bebida antes de hablar.

- No quiero que pienses que estoy tratando de revivir algo que ya pasó. Simplemente, en aquel momento no sabía lo que hacía y cometí el error. Con el tiempo, he llegado a valorar muchas cosas que en ese entonces no entendía. Y el otro día, recordé eso y pensé que tal vez hubiera sido diferente si hubiera tomado otra decisión.- suelta como si nada. Me quedo en silencio por un momento, procesando sus palabras.

- ¿Entonces... qué significa eso ahora?- es lo único que me sale decir. Fermín suspira y baja la mirada.

- Significa que lamento lo que pasó en aquel momento. Pero también significa que ambos hemos crecido y cambiado. No quiero causarte una confusión ahora.

- Entiendo - digo, intentando asimilar lo que acabo de escuchar.- No sé qué decirte. -Fermín levanta la mirada y me sonríe de manera comprensiva.

- No tienes que decir nada en este momento. Solo quería que supieras la verdad y que no quedaran malentendidos entre nosotros. No quiero que esto afecte nuestra relación.

- Gracias por explicarte, de verdad.

Fermín asiente y continuamos nuestra comida en silencio. La atmósfera entre nosotros ha cambiado, y puedo sentir la tensión en el aire, así que decido romper el silencio y preguntarle por cualquier otra cosa. La charla continua de manera más relajada, y ambos parecemos disfrutar del momento presente. Al finalizar la comida, decidimos irnos ya para casa para poder estudiar un poco, así que llevo a Fermín hasta su casa. Al despedirnos, Fermín me mira con sinceridad.

- Gracias por la comida y la compañía. A pesar de la conversación anterior, me alegra que hayamos tenido esta tarde. - le digo con una sonrisa sincera.

- Lo mismo digo Kiki, nos vemos.- me da un beso en la frente y sale del coche sonriendo. Dejándome con la cabeza hecha un lío.

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¿Qué tal os está pareciendo la historia? Espero que os esté encantado 🥰. El próximo capítulo es uno de mis favoritos, así que espero que lo disfrutéis mucho 😁. 

FORMENTERA - Fermín LópezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora