FORMENTERA - Fermín López

8. DISIMULAS FATAL

La luz mañanera que entra por la ventana, hace que me despierte bastante pronto. Me giro y veo a Fermín dormir tranquilamente. No sé en qué momento de la noche me separé de él, porque lo último que recuerdo es dormirme en sus brazos.

Después de estar un rato mirándolo y acariciándole la cara y el pelo, decido irme a la cocina y dejarlo dormir. Al bajar, encuentro a Marc en la cocina exprimiendo unas naranjas.

-¡Buenos días, vieja! - dice al verme aparecer por la puerta.

-Buenos días, inútil.- le abrazo por detrás y le dejo una colleja antes de separarme y preparar unas tostadas.

- Oye, ¿dónde está Fermín? No lo vi en su cuarto. - pregunta Marc mientras se sirve un vaso de zumo.

Me encojo de hombros, tratando de disimular mi sorpresa ante la pregunta de Marc.

-Pues... No lo sé, no he visto que se levantara -respondo, intentando sonar lo más natural posible.

Marc frunce el ceño levemente, como si no estuviera del todo convencido con mi respuesta, pero decide no insistir, y agradezco ver a Tania entrar por la puerta.

- ¡Buenos días, chicos! - saluda Tania, entrando con energía a la cocina.

Se une a nosotros en la cocina y comienza a prepararse su desayuno. Después de un rato, Fermín finalmente baja las escaleras, despeinado y con los ojos medio cerrados. Al entrar a la cocina saluda a todos y al pasar por mi lado deja un beso en mi frente y se dirige a la cafetera.

Al instante miro a Marc, y veo que nos mira con cara de no entender nada. Yo le lanzo una mirada que intenta decir "más tarde te explico", y él asiente levemente.

Marc y yo siempre nos lo contamos todo, él me cuenta cosas sobre las chicas con las que está y viceversa. Pero esto nunca se lo llegué a contar. Me daba miedo que su reacción no fuese buena, y que su amistad con Fermín se viese perjudicada por mi culpa. Pero Marc no era tonto, sé que muchas veces se da cuenta, pero no me pregunta.

Ayer decidimos que hoy íbamos a pasar la mañana en la playa. Así que después de desayunar subimos a nuestras habitaciones para prepararnos. Escucho que pican a mi puerta e indico a quien sea que pase.

- Cuéntamelo todo de ayer.- dice Tania entrando de golpe y mirándome expectante. Yo me río y empiezo a contarle la noche de ayer con todos los detalles. Desde que nos dejaron solos, hasta que nos fuimos a dormir juntos.- ¡LO SABÍA! ¡Sabía que no ibais a pasar ni la primera noche sin comeros la boca!- chilla ilusionada.

- Baja la voz. - le susurro.- Marc aún no sabe nada y quiero encontrar el momento para explicárselo todo. Tania sonríe emocionada y asiente con complicidad.

- Ay, cuanto tiempo llevaba esperando este momento.- dice ilusionada, tarándose hacia atrás en la cama.

Río ante la emoción de Tania, pero a la vez siento un ligero nerviosismo por la conversación pendiente con Marc. Después de contarle todos los detalles a Tania, ella no puede contener su alegría y sigue preguntando sobre cada pequeño aspecto de la noche anterior.

- De verdad, no pensé que ibais a avanzar tan rápido. ¡Esto es genial! - exclama.

- Sí, bueno, las cosas simplemente sucedieron - respondo encogiéndome de hombros.

Después de compartir todos los detalles con Tania, terminamos de arreglarnos y bajamos juntas a la sala de estar, donde Marc y Fermín ya están listos para ir a la playa.

La playa nos recibe con una brisa cálida y el sonido relajante de las olas rompiendo en la orilla. Decidimos colocarnos cerca del agua, y Tania es la primera en meterse en ella, seguida de Fermín. Yo veo que Marc tiene la intención de quedarse a tomar el sol, así que creo que es el momento idóneo para hablar.

Me acerco a Marc, que está extendiendo la toalla en la arena, y le sonrío.

- Oye, Marc, ¿puedo hablar contigo un momento? - él levanta la mirada y asiente, curioso. - Verás, tengo que contarte algo... pero no sé cómo te lo vas a tomar.

- Me estás asustando un poco. - dice sonriendo. - ¿Es sobre Fermín?- me pregunta, a lo que yo le miro lo más sorprendida que puedo.

- ¿Cómo lo sabes?- digo incrédula, a lo que Marc se ríe.

- Disimulas fatal, hermanita. - me dice.

Entonces yo empiezo a hablar. Le cuento todo. El primer día en el que empecé a cuestionarme lo que sentía por Fermín, lo enamorada que estaba en el primer viaje a Formentera, el cómo le dije que me gustaba, como me rechazó, como me sentí los meses después, estos últimos días...

-¿Y ayer qué pasó?- me pregunta intrigado.

- Nos besamos. - suelto de golpe.

- ¿Habéis dormido juntos, no? - me pregunta, a lo que yo asiento con la cabeza.- Me lo podrías haber dicho en vez de mentirme, sabes de sobra que no me importa que duermas con él.

- Lo sé, y lo siento por mentirte.

- No pasa nada, algo me olía, y los chillidos de Tania mientras nos arreglábamos han ayudado a mi suposición. - ambos nos reímos por eso.

- Bueno, ¿y qué opinas? - le pregunto. Marc se queda pensativo por un momento antes de responder.

- Si te hace feliz, entonces estoy feliz por ti. Lo importante es que estés bien, pero no vuelvas a ocultarme algo así por tanto tiempo, soy tu hermano y quiero que puedas compartirlo conmigo.

- Gracias, no te conté nada porque tenía miedo de que te lo tomases mal y no te incomodase la situación.

- ¿Cómo me va a incomodar? Prefiero que estés con Fermín que con cualquier otra persona que no conozco. No me voy a meter en lo que tengáis, pero si algo sale mal voy a estar ahí para los dos. Pero de verdad que estoy muy feliz de que estéis bien. - dice, a lo que yo le doy un abrazo. - Eso sí. Si tenéis pensado hacer algo estos días avisadme y me compro tapones. Quiero saberlo todo, pero no hace falta que lo escuche. - le doy un golpecito en el hombro y ambos nos reímos. Respiro tranquila después de la conversación con Marc.