Terry's POV
Me despierto poco a poco y puedo sentir parte del cuerpo de mi amada Candy tan delicado y pequeño debajo de mí, parece que me quedé dormido sobre ella mientras nos amábamos ayer, espero no haberla incomodado aunque no pareciera haberle importado pues puedo ver una expresión de tranquilidad en su rostro.
Me levanto con cuidado y me recuesto de lado sobre mi brazo para poder admirarla y velar su sueño, mis manos la tocan suavemente atesorando la suavidad de su cuerpo así como cada curva y forma que se muestra frente a mí, la sábana de la cama solo la está cubriendo hasta el abdomen y puedo ver sus pechos al descubierto y como estos suben y bajan suavemente por su respiración serena.
Es tan hermosa, para mí es la mujer más hermosa que existe, sus cabellos brillan por el reflejo del sol así como sus pestañas y puedo ver sus labios rosados un poco hinchados por todos los besos que nos damos. Veo su naricita respingada que armoniza con su rostro y sus mejillas que están un poco sonrosadas con las pecas que siempre me gustaron aunque la embromara con eso.
Saberla mía es la dicha más grande que pude merecer en mi vida, aún recuerdo cuando le pedí que se casara conmigo y me dijo que sí, por una vez en toda mi vida sentía que Dios se apiadaba de mí y me daba la oportunidad de ser feliz.
Había tenido tanto miedo de que no pudiéramos estar juntos de nuevo o que quizá me tuviera resentimiento por no haber sido sincero con ella y haberla ilusionado con ese viaje a NY en el pasado. Luego de enviar mi corta carta, supe que no iba a poder esperar por una respuesta y en un impulso decidí viajar hasta el Hogar de Pony, para declararle mi amor en persona y pedirle perdón por todo lo que había pasado entre nosotros.
Lloré de felicidad al saber que ella me amaba a pesar de todo y que nunca me tuvo ningún tipo de resentimiento, sino que había guardado su amor por mí todos estos años. La alegría de haber sido bendecido con su amor no cabía dentro de mí.
La amo intensamente y haría lo que fuera por ella, ahora es el eje de mi vida.
Los minutos se me pasan solo observándola y acariciando sus rizos, el simple acto de verla dormir me da tanta paz, debo admitir que aún me cuesta creer que ahora estemos juntos, que sea mi esposa y que tengamos toda una vida para disfrutar de nuestro amor.
En tantos años de soledad por mi mente había cruzado la idea de que quizá nunca volvería a verla, no recuerdo ya cuántas noches las pasé llorando ante este pensamiento, ante la posibilidad de tener también que renunciar a ella por completo... Esos meses en los que mi mente me traicionaba y me cuestionaba si valía la pena seguir aferrado a una esperanza ciega, a un sueño que cada vez se alejaba más de mí, quizá no era mi destino ser amado... Tal vez en esta vida no merecía ser feliz... Tal vez mi objetivo era solo servirle a mi público, entretenerlos y hacerles vivir emociones que yo no podía experimentar realmente.
Sí... también le había reclamado a Dios incontables veces la desdicha que sentía... Para qué había venido a este mundo si no era para sufrir siempre, con una vida llena de indiferencia, desprecio, tristeza y soledad... me había hecho conocer la felicidad con ella, para luego arrebatármela también, me dió esperanza para luego hundirme en la oscuridad... Sin embargo, un día decidió responderme, quiza tantos llamados míos hicieron su efecto y él se hizo presente en mis sueños para decirme que no pierda la esperanza, que todo llegaría en el momento correcto... Volví entonces a creer y soñar, nació en mí nuevamente la esperanza, volví a tener la fuerza para recorrer el corto camino que aún quedaba hasta volver a encontrarnos, y hoy después de tanto tiempo me doy cuenta que no se equivocó...
La felicidad que tanto había pedido y con la que había soñado ahora es una realidad y siempre estaré agradecido por ello.
Volviendo al presente me doy cuenta de que ya hemos pasado encerrados en nuestra casa casi una semana entera desde que iniciamos nuestra luna de miel, no nos hemos dado aún la oportunidad de conocer los alrededores de la casa pero no me arrepiento de nada porque cada minuto del día los hemos dedicado a nuestro amor. Hemos querido recuperar todo el tiempo perdido y nos hemos ido conociendo cada vez más, nuestras distintas facetas, nuestros sueños, nuestra forma de pensar, además de llevar nuestra intimidad a nuevos niveles. Ahora conozco cada milímetro de su cuerpo y las zonas que le generan más placer, sé como hacer que enloquezca y me hace dichoso que ella sea tan apasionada conmigo, inicialmente era muy tímida y yo lo entendía complemente pues eran nuestras primeras experiencias pero cada vez ella se ha ido desinhibiendo y hasta ha tomado la iniciativa en muchas oportunidades, cada uno de estos aspectos hacen que me enamore de ella todos los días.

ESTÁS LEYENDO
Luna de miel
FanfictionMomentos de la vida de Candy y Terry luego de su reencuentro/ Oneshots. Basado en el Candy Candy Final Story / CCFS/ CCHD. Los personajes no me pertenecen, así como tampoco las imágenes.