truca'm

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Venga cógelo. Era la tercera vez que escuchaba el pitido intermitente al otro lado de la línea del teléfono, de nuevo, sin respuesta. Violeta comenzaba a desesperarse. Denna me cago en ti. La pelirroja suspiró sentándose en el banco. Acababa de perder el último vuelo a Granada y no salía ninguno hasta el día siguiente. El aeropuerto estaba frío y oscuro. Era casi la una de la mañana y apenas se escuchaba a las pocas personas que ocupaban aquel espacio. Había ido a Barcelona a hacer promos y entrevistas por su último single, dos días sin parar de esquivar preguntas de todo tipo menos de música. Como periodista entendía el morbo y "la búsqueda del titular" que querían los medios, pero estaba harta de decir que quería hablar de canciones y no de su vida personal.

Vio el 2% de batería que le quedaba en el móvil y se maldijo a sí misma. Estaba tirada en una ciudad que no era la suya, sin tener a dónde ir y sin saber a quién llamar. El único hotel que podía darle habitación estaba demasiado lejos como para ir en taxi. Denna no le respondía el teléfono, sabía que su prima vivía en Barcelona y cabía la posibilidad de que pudiese quedarse con ella, hasta escuchó el contestador por segunda vez. El resto de personas que se le pasaban por la mente no podían servirle de ayuda. Revisó su lista de contactos con la esperanza de que leyera un nombre que pudiera salvarle. Kiki. La cara se le iluminó. Sabía que la menorquina se mudó hará cosa de un año a Barcelona para acabar sus estudios en la ESMUC. Quizá hoy era su día suerte. No lo pensó dos veces y pulsó el nombre, poniéndose el móvil al oído.

—(...) (...) ¿Violeta? —Se escuchó una voz al otro lado de la línea.

—Hola Kiki, ¿qué tal todo? —La pelirroja contestó bastante rápido, por los nervios y por la batería del teléfono, no sabía cuánto le iba a durar.

—Ehm... Aquí estoy, componiendo... —Chiara miró la hora en el portátil entrecerrando los ojos. 01:13 a.m. — ¿Por qué me has llamado?

—¿No puedo llamar a mi amiga ahora o qué? —La pelirroja se extrañó al escuchar la pregunta de la chica. Es cierto que su relación se había enfriado un poco al acabar la gira. Habían tomado caminos distintos y mantener el contacto con todos era complicado. Pero seguía teniéndoles un cariño especial a todos, sobre todo a ella.

—Ay, no, sí que puedes, claro que puedes... —Violeta sonrió al escucharla. —Lo que pasa es que es la una y pico de la mañana y me he asustado. ¿Va todo bien?

—Ah... ya, perdón por las horas. —Se disculpó mientras jugaba con su pelo. —Verás es que... He tenido un problema con el vuelo de vuelta y ahora estoy en el aeropuerto de Barcelona con todos los trastos y hasta mañana no hay más vuelos disponibles y no puedo volver a Granada y no sé donde quedarme hasta que mañana ya me pueda ir...—Dijo todo esto casi de carrerilla. —Y era para preguntarte si tú estás en Barcelona ahora, porque yo lo estoy, y si no era mucha molestia... Pero que no pasa nada si no te viene bien eh, que ya me apaño yo como sea, que no quiero mol-

—Vale, vale, Vio. —La frenó mientras se ponía las zapatillas— Voy a buscarte.

—¿De verdad? Buah Kiki eres genial, muchísimas grac-—De pronto sintió la vibración de su móvil advirtiéndole de que se había apagado. Mierda.

Violeta se quedó pensando mientras esperaba a la chica. Supuso que sabría donde es. ¿Solo hay un aeropuerto aquí verdad? Jugaba con su anillo mientras recordaba la extraña relación que tenía con Chiara.

Nunca había encajado tan bien con alguien. Desde los castings sintió una especie de curiosidad por conocerla, y en la academia se hicieron inseparables, sobre todo las últimas semanas de la pelirroja en el programa. Le encantaba escucharla y observarla mientras hablaba de cualquier cosa que le hiciera ilusión. También los ratos en los que el turkey les invadía y no podían parar de hacer tonterías. Adoraba componer con ella, las sesiones de piano en la sala de Manu o en el box de Pablo. O cuando iban a la clase de Abril y cada una simplemente hacía sus cosas, pero en el mismo espacio. Sin duda, lo que más le gustaba era sentir esa conexión que no había sentido con nadie más.

del mismo diente de león - kivi's one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora