02 | Hospital |KageHina

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"Un final no tan bueno"

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"Un final no tan bueno"


Estaba perdido, no sabía exactamente en donde se encontraba porque no recordaba nada, las paredes blancas a su alrededor le decían que nada estaba bien ¿En dónde se encontraba? ¿Le había pasado algo? Siguió caminando por ese largo pasillo que conforme daba algún paso se hacía más y más largo.

Con cuidado siguió caminando hasta toparse con otra puerta, intentó abrirla para seguir con su camino, pero tal parecía que no contaba con las fuerzas necesarias para abrirla, o más bien no eran las fuerzas, sino que no había manera de poder abrirla, por lo que ignorando esa puerta siguió su camino, ¿Debía rendirse? No, eso no era parte de él, él seguiría avanzando por todo el lugar hasta poder regresar con su pareja.

Él seguramente ha de estar preocupado por no saber en dónde estaba, por dejarlo sin siquiera decirle a dónde iba a ir. Necesitaba llegar lo más pronto posible porque no estaba bien, sentía que nada de lo que estaba pasando en ese momento estaba bien, nada se sentía natural, es más, él no se sentía natural.

Se sentía tan liviano, como si su cuerpo no pesara absolutamente nada y eso era lo más raro de todo.

Por más que seguía caminando, parecía que no podía llegar a ningún lado y eso lo estaba desesperando demasiado, necesitaba salir de ese lugar de una vez por todas.

Se sintió algo mareado ¿Qué era lo que estaba pasando? De un momento a otro sintió como sus piernas dejaron de funcionar y se cayó de rodillas, un pequeño dolor se instaló en sus piernas debido a que estas sujetaron todo el peso de su cuerpo de golpe.

Cerró los ojos debido al dolor de sus piernas y además el dolor de cabeza que lo estaba agobiando más de lo deseado. Estuvo con los ojos cerrados por al menos un par de minutos más hasta que sintió el dolor disminuir un poco, sus piernas reaccionaron nuevamente y por fin se pudo poner de pie para seguir su camino.

Un par de pasos más y pudo notar otra puerta, esta debería de abrirse ¿Verdad? Intento girar el pomo de esta, pero no se podía ¿Acaso todas las puertas eran iguales? ¿Tenía que tener una llave para poder lograrlo? Haciendo uso de toda la fuerza que no sabía que necesitaba, giró nuevamente el pomo y esta vez, cedió.

Una sonrisa triunfal apareció en sus labios porque ahora nada se interponía en su camino. Abriéndose lentamente, una fuerte luz blanca lo cegó por al menos un par de segundos hasta que pudo adaptarse a ella.

—Hinata — escuchó que susurraban su nombre, porque él se llama así, es Hinata Shōyō — Hinata — nuevamente escuchó que dijeron su nombre y él sabía de quién se trataba.

Oh ahora recordaba en donde se encontraba, estaba en el hospital, había tenido un accidente en donde solo él se llevó la peor parte, sabe que Kageyama estaba bien, lo sentía.

—Así que eso fue lo que pasó — se dijo mirando su cuerpo tendido en aquella camilla, los doctores iban y venían mientras trataban de reanimarlo, pero ya no era posible, incluso él no podía tocar su cuerpo, no le dejaba regresar.

Hinata aún podía escuchar los incesantes gritos de Kageyama, pidiendo que no se rinda, rogando que regrese y que no lo deje solo y él por más que intentara regresar, no podía, no porque no quisiera, sino porque su cuerpo ya no le permitía regresar.

En aquel pasillo de hospital podía verse a Kageyama tratando de zafarse del agarre de los médicos que no le permitían ver a su pequeña pareja, ahí estaba llorando por Hinata, rogando que regresara, pero por muchos ruegos que hiciera y pidiera, aquello no funcionaria.

Ya recordaba todo lo que había pasado, habían tenido un accidente mientras Kageyama y él iban de camino a visitar a sus padres en Sendai, para ser más específicos en la prefectura de Miyagi, mientras Kageyama conducía un tráiler se interpuso en su camino y aunque Kaeyama fue quien recibió el impacto, fue a él quien le quedaron secuelas por no llevar puesto el cinturón de seguridad, fue su error y debido a eso, ahora él se encontraba en esa camilla de hospital, sin vida.

Se lamentaba demasiado de provocarle ese dolor a su pareja, a su familia y a él mismo, porque tenía mucho que hacer, mucho que vivir y solo por un pequeño error ahora se encontraba en el limbo.

Ahora se encontraba encerrado en esas paredes de hospital, porque su alma estaría vagando en pena por no estar junto a su pareja, amigos y familiares, porque no podía ir al cielo o al infierno, porque no quería dejar solo a Kageyama, porque por más que quisiera irse de ese lugar no y de alguna manera su alma estaba atada a ese hospital y no tenía ni idea de cómo quitarse esas ataduras para poder irse.

Ni siquiera podía ser una especie de ángel para Kageyama. Ahora solo podía quedarse en ese hospital, esperando por una oportunidad para irse de ahí.


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Angstruary | 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora