Capítulo III: Ojos Onyx

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Odiaba a su padres, pero el odio era mutuo al parecer. Intentaron por todos los medios "reformarlo", lo privaban de cosas básicas para el sano entretenimiento de un niño. Le quemaron todos sus juguetes, no le dejaban jugar, no le permitían comer dulces, no debía mentir y las restricciones llegaron al punto que ni siquiera le permitían hablar con su hermano menor y su único compañero de juegos. 

Rompieron la escoba que le regaló su tío favorito, lo golpeaban y hechizaban hasta hacerlo sangrar, incluso le prohibieron hacer magia. Cualquier cosa para que sus padres pudiesen mostrar al primogénito perfecto ante la sociedad. Cuando era pequeño refunfuñaba y cuestionaba, pero al final, solo agachaba la cabeza y obedecía. Hasta que se harto de todo.

Nunca supo muy bien la relación de sus padres. Eran la familia modelo, madre omega, padre alfa y dos hijos. Todo bien de no ser por único defecto, sus padres eran primos, pero a la alta alcurnia no parecía importarle. 

Su padre era un alfa que siempre agachaba la cabeza, nunca lo veía usando ropas que no tapasen su cuello, como si el enlace representara una humillación o eso era lo que murmuraban adultos como sus tíos y amigos de sus padres; su madre, por el contrario, una omega orgullosa de su marca, siempre con ropas que cubría todo menos el cuello. Aunque los murmullos entre los pasillos mencionaban que su madre había aprovechado de su naturaleza como omega para lograr el cometido.

La guerra fría que existía entre Walburga y Druella Black por el título de matriarca de los Black era algo que estaba más cerca cada vez, empezó desde que sus compromisos fueran pactados. Pese a que su padre era mayor a su tío Cygnus III, no se caso hasta tiempo después y fue porque su tío y su actual esposa aprovecharon el primer celo de ambos, cuando iban en su tercer año de colegio, para quedar en cinta; cruel su destino que su primogénita nació mujer y aun así no desistieron, puesto que sus primas nacieron cercanas en fechas cercanas. Ahora con la revelación de genero de su primas Bellatrix, Andrómeda y Narcissa quienes resultaron omegas, las tres habían perdido el apellido; Druella sabía que había perdido oportunidad alguna.

Producto de todo esto, a él se le inculcó desde joven que debía ser un alfa. Teóricamente su madre le enseñaba que debían ser autoritarios, imponentes, inteligentes y muchas otras cualidades que no veía a simple vista en su padre y nunca llegó a saber si realmente las tenía por la poca comunicación que tenía con este. También le intentó potenciar las cualidades Slytherin que todos los Black tenían, instrumentos, idiomas, canto, baile, artes, finanzas, política, historia, lo saturaban de información y él no podía hacer más que caer en desesperación. Sus pensamientos elitistas de la pureza de sangre, el odio hacia los muggles y magos nacidos de ellos; el repudio era tal que, de forma elegante los insultaban y avergonzaban en cuanta oportunidad tuvieran, si eran omegas el efecto era peor.

Por un momento creyó en todas estas mentiras. Aunque era un niño bastante activo, siempre se quedaba callado observando cuando las personas echaban a llorar con los comentarios malintencionado de su madre, esa sensación fea en el pecho de un niño de 4 años fue poco a poco borrándose hasta no sentir sensibilidad a esos actos.

El pensamiento clasista persistió hasta que su Tío Alphard tomo cartas en el asunto. En un viaje en el que se llevó a Sirius, le mostró que la vida no era como sus padres le indicaban, los magos nacidos de muggles o mestizos podían hacer las mismas cosas que los sangre puras y que bonito se veía un omega nacido de muggles sonriendo cuando su tío le lanzaba halagos y le regalaba camelias.

Esto amplió mucho su panorama de ver la vida. Cuando volvió con sus padres empezaron las diferencias, al principio eran regaños de ambas partes, después se convirtieron el discusiones y por último se convirtieron en gritos y golpes de parte de su madre.

No quería ser Alfa, muchos menos un Slytherin.

"No ha habido Black que no haya pertenecido a la casa Slytherin", bueno él estaba seguro de que sería el primero en serlo, el recelo en su mente y corazón era tan grande que probablemente iba a gritar si lo mandan allá. Era inteligente y tenia muchas cualidades como para ir a Ravenclaw, pero jura que incluso iría a Hufflepuff, la casa menos favorita de sus padres por la cantidad de nacido de muggles que había en aquella casa, solo para verlos retorcerse de coraje.

Esos ojos (Snirius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora