Capítulo XV: Los Black

261 36 15
                                    

Decir que estaba molesto con el idiota de Snape era poco, estaba furioso. No sabía como desahogar su furia y lanzársele a darle los golpes que merecía no era una opción porque aún tenían un trato de por medio. Pero el desgraciado, honor a su casa, se le escabullía como una serpiente. No importaba si ahora era obligado a sentarse a su lado, ni cuantas veces le decía en clase que debían hablar, el otro lo ignoraba olímpicamente, y aunque intentaba atraparlo saliendo de clases no podía disimular ante James sin evitar que este lo atacara de preguntas. No era como si pudieran hablar de algo tan problemático en público. 

Tampoco conocía sus horarios de cuando cuidaba a esa dichosa planta y ni hablar de un posible incumplimiento de trato, porque su tarea siempre se estaba lista y bien realizaba encima de su lado del escritorio, además que molestar a su hermano no era una opción. No supo lo que pasó esa noche y era mejor que las cosas se quedaran así, detestaría que se culpara por ese confrontamiento con su madre.  

Intentó interceptarlo en los lugares comunes, pero nunca se aparecía e incluso intentó vigilar a Lily, pero ahora esta sino pasaba con sus amigas, pasaba con James, pero no la vio en ningún momento con Snape. 

—¿Quieres quitar esa cara? —molestó Remus.

—¿Qué cara? —respondió soñador el de lentes.

—Esa cara de idiota que pones cada vez que estas con Evans —murmuró Sirius, directo. 

—¿Qué paso con lo de dejar ir? —preguntó burlón Pettigrew. 

—¿Qué puedo decir? A veces la vida te muestra que cuando una persona es para ti, es para ti —hablaba con una sonrisa tonta. 

—Ay no ya se puso filosófico —murmuró con fastidio Sirius. Le agradaba que su hermano tuviese su oportunidad con la chica que le gustaba, pero ahora su mente estaba molesta por la escurridiza serpiente, que no pudo pensar en otra cosa. 

—¿Qué paso? —preguntó Remus, ignorando la hosca actitud con la que ya tenía días el Black. 

—Solo que me di cuenta, que ella es la mujer más perfecta. ¿Sabías que le cantaba a nuestra plantita? —Sirius casi expulsa el jugo de su boca de la risa—. ¿Sabes qué? Ya no les cuento nada. 

—No le prestes atención, esta envidioso porque le tocó hacer equipo con Snape —dijo el más alto, para que el de lentes no se sintiera mal. 

—No creo que él se queje, has visto su planta, esta preciosa —alabó Peter. 

—Oigan, oigan estábamos hablando de mi precioso romance. 

—Adivinó, te capturó con su voz de sirena, se avergonzó y la incitaste a que lo siguiera haciendo con un frase como: "Nunca había escuchado voz más bella" —se burló Sirius haciendo la voz más gruesa y exagerando sus expresiones. 

—No le dije eso.

—Entonces lo otro si paso —con un fuerte sonrojo en la cara de James les confirmó la conjetura. 

—Como sea, ahora sin la serpiente venenosa esa cerca, siento que tengo muchas más posibilidades —dijo con más confianza. Ahora Lily salía con él a pasear por los alrededores de Hogwarts, se sentaba cerca de él en el comedor, e incluso cuando sus miradas chocaban la niñas trataba de desviarla sonrojada. James sentía que su corazón se derretía con estas acciones. 

—Eso es tan fácil, como evitar enfrentarte a Snape en cada situación posible. 

—Estas pidiendo demasiado Rems. 

—Exacto —secundó Sirius. 

—Tú deberías ser el menos indicado, tienen que cuidar una planta juntos —regañó Lupin con hastío. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Esos ojos (Snirius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora