Capítulo XI: Hermano

347 49 5
                                    


Después de concretar su pequeño trato, Sirius olvidó gran parte de su enojo y lo que quedó se transformó de motivos para su venganza. No dejó de estresar al Slytherin y aprovecho cada oportunidad que obtuvo. Desde ruidos, mofas, uso todo lo que ese pájaro que los vigilaba hubiese permitido. 

Pero así mismo se tomaba sus minutos de silencio para descasar e inevitablemente sus ojos se posaban en lo único que se encontraba en movimiento, el cuerpo del menor. 

Algo que había notado en todo su tiempo observándolo es que odiaba la suciedad y por ello mismo que evitaba sentarse en el suelo y detestaba que sus rodillas tocaran la mugre por lo que nunca se arrodillaba, de hecho, Sirius siempre terminaba hecho un desastre muy diferente al pulcro slytherin. 

No pudo evitar pensar de más cuando vio a un Snape acuclillado sin su túnica con los brazos del uniforme arremangados, con ciertos cabellos lacios pegados en sus sienes por el sudor, mientras que el resto apenas estaba sujetado a una coleta baja. Viendo la posición en la que se encontraba el de lacios cabellos no pudo evitar rememorar lo que había sucedido la noche anterior; como aquella muchacha de quince años con rubios cabellos y pequeños pechos saltaba encima de su miembro y se preguntó como sería Snape... paró la pregunta en su cabeza  y se percató que el slytherin se lo había quedado viendo raro. Desvió la mirada aterrado, pero que demonios iba a pensar. Merlín, que perturbador.

Él había empezado a tener una extraña relación con aquella chica de ravenclaw de cuarto año, con encuentros casuales y la noche que había vuelto a tener otro celo la muchacha le había confesado que pasar el inicio con Sirius la calmaba lo suficiente para no tener dolores el resto del celo, pero Sirius apenas y podía percibir levemente aromas. Pero no podía quejarse, después de esos encuentros Sirius apenas llegaba a su cama podía dormir con más comodidad, adiós noches de insomnio.

Cuando le contó a James lo felicitó porque esto aceleraría su crecimiento y que no dudaba que ese mismo año llegase su celo y que a parte su novia era muy bonita. No fue hasta que le confesó que no eran novios que James se quedó en silencio, sorprendido y con la mirada perdida. Después de eso solo atinó a recibir una lluvia de regaños sobre que debía hacerse responsable de sus acciones y que si le quitó su virtud a esa muchacha debía pedirle formalmente un noviazgo. De algo estaba seguro Sirius y es que él no le quitó nada a nadie, su virtud se la habían quitado a él.

Y después de que llegaron Remus y Peter por los gritos, se le unieron a James y eran los tres contra Sirius. Aunque ellos solo admitieron que no estaban de acuerdo con esa clase de relación, igual Sirius se sintió atacado. Por lo que prefirió ignorar el tema, pero claramente sus amigos no lo harían y eso quizás sería una ventaja con James. 

Sirius no podía negar que le daba curiosidad de como el slytherin estaba interesado en una persona mestiza, por mucho que fueran de la misma casa no tenía sentido y menos un mestizo que se codeaba con los sangre puras. Sentado en su cama intento recordar lo que estaba hablando el de ojos Onix con su ancestro, pero no pudo llegar a mucho.

Sirius recuerda que me contaron algo de se acercan tiempos difíciles, ¿Cuáles tiempos? La última gran amenaza del mundo mágico fue Gellert Grinderwald, actualmente es un fulano cuyo nombre no recordaba por lo difícil que era, será que ese omega tiene que ver con esa persona, de ser así ¿Cómo lo sabía Severus?. Hasta donde sabía era amigo de infancia de Evans, por lo que era un hecho que venía del mundo muggle, incluso si su madre le hubiese contado muchos detalles del mundo mágico, una slytherin relacionada con un muggle es completamente rechazada por la alta sociedad mágica.

No pudo negar que todo esto solo aumentaba su curiosidad, aunque poco tiempo después se arrepintió. 

Conseguir esa información fue un inferno, empezando por la miradas de burla pervertida que le daba James después de pedirle que le prestara su capa por una semana. Le gustaba mucho que James confiara en él, porque su amigo no le pidió razones, aunque ya se podía imaginar las razones ficticias que pasaban por la mente de su amigo; casi sentía que lo estaba traicionando porque estaba usando su capa familiar para hacer tratos con su enemigo jurado.  

Esos ojos (Snirius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora