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Desde aquel día ambos chicos estaban distantes, aunque sin falta dormían juntos cada noche, ninguno decía nada, solo de acurrucaban uno junto al otro, y por la mañana siempre alguno de los dos se marchaba de la habitación. Se sentía extraño el ambiente, como si una hubieran terminado una relación la cual nunca se supo cuando empezó.

Mingi suspiró con tristeza mientras abría la ventana de la sala, ahora el menor se encontraba en su forma animal mirando la calle, su mirada viajaba con cada persona que pasaba por la acera, seguía esperando el momento correcto en donde no hubiera personas que lo vieran para así poder saltar de la ventana hacia el pavimento, estaba en un primer piso, eso no le causaría ningún daño.

Yunho aún no regresaba, era el momento justo para poder marcharse de una vez.

El castaño mordió su labio nervioso, seguro luego se arrepentiría de lo que estaba a punto de hacer, pero era lo que quería Yunho.

No tenerlo en casa

Tomo un poco de valor y salió dispuesto a marcharse de casa de Jeong, no estaba llevando consigo absolutamente nada, pero tampoco era que tuviera un lugar en donde se quedaría como para poder tener sus cosas.

El pequeño felino se detuvo en seco al salir, aterrado ante la idea de la soledad nuevamente. Ahora, estaba allí, sentado en la acera, contemplando la posibilidad de regresar. Pero entonces, una sombra apareció frente a él, causándole un pequeño sobresalto.

Un joven se encontraba ante él, Mingi trató de huir, pero el muchacho ya lo había levantado. El híbrido, asustado, comenzó a agitarse, dificultando al joven sostenerlo; luego oyó su voz suave hablándole con ternura.

—Hey, tranquilo, no te haré nada —Dijo el pelirrojo, Song fijo su mirada en él, perdiéndose al ver tan singular cabello.

Por lo contrario que había pensado, el chico comenzó a acariciar su cabecita, logrando que se le escaparan un par de ronroneos.

Estaba tan a gusto, quizás el si lo querría tener de manera permanente; sin embargo se alarmó al escuchar la voz de Yunho muy cerca suyo.

—¡Oye qué haces! —Gritó Hong cuando Yunho intentó quitarle al gatito de los brazos.

—Hongjoong dámelo —Pidió aún queriendo apartar a Mingi del pelirrojo.

—No haré eso, quiero quedármelo —Kim retrocedió un par de pasos abrazando aún más al felino.

Yunho frunció el ceño, se encontraba algo molesto, por más que fuera su amigo, no le gustaba que tocara a Mingi con tanta confianza.

—Mingi ven aquí —Dijo cruzándose de brazos, esperando que Song hiciera caso.

El pequeño gatito escapó corriendo de los brazos del pelirrojo y saltó siendo atrapado por Jeong.

—Él es mío Hoonjoong —Dijo mientras Mingi ronroneaba y restregaba su cabeza contra la mejilla de Yunho.

—Creí que no te gustaban los gatos...—Habló con una mueca en su rostro, lo último que había imaginado era que su amigo ya tenía mascota —Ahh, y yo que estaba emocionado por adoptarlo...

—Mingi es especial, él es un híbrido...—Comentó acariciando la cabecita del menor, quien al oír eso se bajo con rapidez de los brazos de su dueño y corrió de regreso a la casa; entrando por la misma ventana por la cual antes había escapado.

—...estás seguro de eso? —Preguntó Kim conteniendo una pequeña risa.

—Lo es —Soltó un suspiro—...pasa, te lo presentaré.

Yunho se dirigió a su habitación encontrando a su lindo híbrido sobre la cama escondido bajo las cobijas.

—¿Mingi qué ocurre? —Preguntó destapando lentamente al menor.

❃𝐒𝐭𝐚𝐲 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐌𝐞❃ 𝐘𝐮𝐧𝐆𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora