𑁍02𑁍

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Oficialmente se cumplía un mes desde que Mingi había llegado a su vida, y de cierta forma le había vuelto a dar sentido, ya que antes se apegaba a la típica rutina de ir a su trabajo y regresar a su casa, sin embargo, ahora era todo lo contrario, le hacía feliz el tan solo pensar el híbrido ahora lo estaba acompañado, sin duda le había dado un giro a su monótona y aburrida vida.

—¡Mingi, ya estoy en casa! —Llamó el pelinegro desde la entrada al no ser recibido como otras veces por el menor, y no era la primera vez, desde hace días el chico se estaba comportando de la misma manera, evitaba hacer cosas que sabía que a Yunho le molestaban, y aunque este nunca se lo menciono, estaba comenzando a extrañar las cálidas bienvenidas que solía darle el híbrido —Mingi, dónde estas? —Preguntó al darse cuenta que la sala estaba completamente vacía.

—¡Aquí! —Chillo el menor desde la recámara del segundo piso, esperando que Jeong lograra escucharlo.

—¿Qué estas haciendo? —Cuestionó sonriendo ligeramente al ver el rostro del contrario un poco sucio.

—Limpié la casa Yunho —Dijo emocionado tomando de inmediato la mano del mayor llevándolo a un recorrido por toda la casa, mostrándole de esta manera el buen trabajo que había hecho.

Mingi espera escuchar felicitaciones por parte del pelinegro y así al menos poder quedarse más tiempo del que ya sabía que era limitado, sin embargo, se percató que la mirada de su dueño no se despegaba de su rostro, el menor creyó que quizás había vuelto a hacer algo que a Jeong no le agradaba, entonces bajo sus orejitas como si hubiera sido regañado.

—¿Qué te ocurrió aquí? —Preguntó acariciando suavemente la mejilla rojiza del híbrido.

—Resbalé mientras estaba trapeando...—El mayor suspiro, pero rápidamente revolvió el cabello del híbrido viendo a este sonreír.

—Luego curaré eso, de acuerdo?—El pequeño asintió — Bien hecho Mingi, gracias por la ayuda —Le felicitó, sintiendo su corazón latir con más fuerza al ver la bella sonrisa que se formó en el rostro del menor acompañado de sus rojizas mejillas —Por cierto, te compré algo de ropa —Comentó mostrando un par de bolsas en donde se encontraba la ropa; los ojitos del castaño brillaron de la emoción, y por mas que quizo lanzarse a abrazar a Yunho, se detuvo, recordando sus palabras.

—¿¡De verdad!? —Chillo dando pequeños saltitos haciendo reír a Jeong.

—Ve a bañarte, yo te llevaré tu ropa y una toalla —Sin esperar respuesta del chico, Yunho se retiró a su recámara donde rápidamente se cambió por algo más cómodo, dejó la ropa de Mingi sobre la cama y tomó entre sus manos una toalla para luego dirigirse al baño esperando ver a Mingi al menos ya en la bañera, sin embargo, el pequeño al parecer se encontraba aún esperándolo.

—Aún no te has bañado? —Mingi negó varias veces acercándose a Yunho y sujetándolo de la sudadera que llevaba puesta.

—No me gusta...—Murmuro apegándose un poco más al mayor, pero siendo alejado al instante, sus ojitos se cristalizaron ante esa acción y agachó su mirada.

—No dormirás conmigo si estás sucio —Regaño cruzándose de brazos, esperando disuadir a Mingi y que este aceptara bañarse.

—Bien, dormiré en el suelo entonces...—Claro que nunca espero esa respuesta, aunque que podía decir, por lo mucho que había investigado sobre la especie de Song sabía que a estos no les gustaba bañarse, pues el chico era un híbrido de gato.

Yunho soltó un suspiro y se retiró del lugar, esperando que al menos eso fuera suficiente para que el castaño le hiciera caso.

Espero casi media hora más, y volvió al baño sin hacer mucho ruido viendo al menor sentado en el piso abrazándose así mismo y con su cabeza escondida entre sus piernas

❃𝐒𝐭𝐚𝐲 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐌𝐞❃ 𝐘𝐮𝐧𝐆𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora