"-Tienes que decírselo. —Nam se tocó la frente. Le iba a dar migraña.
—Un momento. —Becky la miró incrédula—. Ni siquiera sé si lo voy a tener.
Nam la miró fijamente, después sonrio.
—Bien, entonces te lo dejo a tu consideración. - La mujer se encogió de hombros—. Piensa bien lo que harás, Becky.
La castaña ignoro la sonrisa de Nam. Sabía que la alfa dudaba de su palabra, pero lo haría.
Becky no estaba lista para ser Mamá, ella no quería hijos.
Ella no tendría al bebé."
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—Sólo fue una pequeña descompensación. —El doctor le sonrió a Freen—. Su omega está bien.
—Aseguró de nuevo al ver la mirada desconfiada de la alfa enfrente de él.
—Pero, ella se desmayo y...
—No se preocupe. —El doctor amablemente la invitó a tomar asiento—. Su omega sólo tendrá que cuidar sus horas de sueño, también lo que come y cuanto come, más en su estado.
—¿Estado? —Sarocha no entendía de que hablaba el beta — ¿Qué estado?
—¿Mmm?, ¿no lo sabe? —El doctor se mostró sorprendido para después sonreír sinceramente
—. Bien, en ese caso le dare la buena noticia. — El doctor se levantó de su asiento y estiró su mano a la alfa. Está la tomó por inercia—.
Felicidades, será Madre.
Sarocha arrugó el entrecejo mientras lo miraba sin entender.
—¿Qué?
—Su omega está embarazada. —El doctor seguía sonriendo—. Muchas felicidades.
Freen olvidó cómo respirar.
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Cuando Becky despertó, lo primero que hizo fue tocarse el vientre.
Miro asustada a su alrededor. Se dio cuenta que estaba en un hospital.
—Señora, Armstrong . —Una enfermera entro a la habitación—. Me alegra que haya despertado.
—¿Cómo está mi bebé? —Preguntó inmediatamente Becky — ¿Le paso algo?, ¿es grave?
La enfermera sonrió enternecida.
—Su bebé esta bien. —La omega le sonrió para calmarla—. Sólo tuvo una pequeña descompensación. Se arreglara si comienza a comer adecuadamente y dormir lo necesario.
Recuerde que en su estado es muy importante.
Rebecca asintió en medio de un suspiro.
Miro su vientre aún plano. ¿Ella no tendría al bebé? Ja, bastó una semana para que Becky comenzará a imaginar pequeñas ropitas para su mini personita.
—Dejaré que su alfa entre. —La enfermera se encaminó a la puerta—. Debe estar preocupada.
—iEspere! —Rebecca la miró alarmada- ¿Mi alfa?
—Sí, la mujer pelinegra y alta. No dejaba de dar vueltas en la sala de espera. —Rio la enfermera
-. Se nota que la quiere mucho.
—i¿Le dijeron?! —Grito Becky.
La enfermara asintió muy feliz.
Rebecca estaba muerta.
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Freen y Becky no sabían que decir en este tipo de situación.
Sarocha miraba a la nada y Becky esperaba porque Steve le dijera algo.
-... No tienes que hacerte cargo. —Empezó
Becky haciéndole caso a sus temores.
—¿Estas dando por hecho que no me importa?
—Freen miro de mala manera a la omega.
—No has dicho nada desde que entraste, es obvio que la noticia no te agrado.
—Acabo de enterarme que voy a ser Madre. —
Freen reclamó.
—¿Y cómo estás tan segura? —Susurro una molesta castaña.
—¿Qué tratas de decir?
—Tal vez tú no eres la madre.
Becky sintió un peso extra en la camilla. Miró a su derecha y ahí estaba Freen, mirándola fijamente.
-¿No lo soy? —Preguntó Sarocha firme y enojada.
Rebecca desvío la mirada. Escucho el suspiro de la tailandesa.
—Podrás esconder tus emociones de todo el mundo, pero de mí no. —Dijo Freen—. Tus ojos no me mienten, Armstrong. —La tailandesa se acercó más a la omega—. Además hueles a miedo.
Becky no dijo nada.
La respiración de ambas se colaba en el aire.
Becky inconscientemente acarició su vientre.
Los negros ojos de Freen siguieron el movimiento de la castaña. Su corazón se estremecio.
¿Ahí estaba su bebé?, ¿de verdad iba a ser madre?
Sin poderlo evitar sonrió ante la idea.
—Me haré cargo. —Sarocha no despegaba su vista del vientre de la omega—. No te dejaré sola.
Desde ahora te cuidare a ti y a nuestro bebé.
Rebecca la miro finalmente.
—¿Estás segura? —Preguntó Becky.
Freen sonrió. Estaba completamente segura, porque sin ser consciente, desde que supo de la existencia del bebé, ya lo amaba.
