APRENDER

2.1K 221 7
                                    

El bebé que antes parecía ser sólo una masita rosa, ahora mantenía un rostro más definido.

Becky sabía que su cachorro sería precioso, todo un galán en su niñes, juventud, adultes y vejez.
Todo lo relacionado con Song era de vital importancia.
Nam amaba cargarlo, Irin le encantaba hacerle muecas, Heng no dejaba de velar por el cuidado del niño y Nop se encargaba de administrarle la leche a una temperatura ideal.

No había grandes inconvenientes en el día. El verdadero problema era en las noches. Song era un niño sumamente tranquilo, pero cuando tenía hambre, no había poder humano que lo callara. Y precisamente, parecía ser presa de una hambre descumunal a altas horas de la noche.

Freen, como toda buena madre, se levantaba para prepararle la fórmula y dormirlo entre movimientos suaves y amorosos. Becky muy pocas veces se encargo de eso.

Cuando pasó el tiempo recomendado, Becky quiso volver a su rutina normal en su ajetreado trabajo. Freen y Becky hablaron con seriedad y llegaron a una estupenda solución.

Una día iría Freen, la siguiente sería Becky.
Ninguna de las dos descuidaba a Milk Tea y tampoco descuidarían sus carreras y su crecimiento personal. Magnífico acuerdo.
O eso creyó Becky hasta que fue su turno de cuidar de Song.

—Tiene que dormirse a las 9. —Freen los miraba a ambos con ojos grandes. Si fuera un perro, seguramente tendría las orejas abajo—. Si duerme antes, no dormirá en la noche.
—Lo sé, Sarocha. —Becky se encogió de hombros y sonrio-. También soy su mamá, ¿recuerdas?-
Freen suspiro y asintió con una sonrisa. Tenía razón.

—Trataré de llegar antes. —La alfa beso la frente de ambos —. Los voy a extrañar.

Rebecca pidió un beso en los labios a la tailandesa.
Está, risueña, se lo concedió.

—Cuidate.

◼️◼️◼️

Becky observaba a su bebé. Suspiro enamorada de sus grandes ojos azules. No había pelo que no se le pareciera al de Freen, excepto, tal vez, sus grandes pestañas, la forma de sus ojos, la nariz y la frente. Esas eran idénticas a las suyas.

—Bien... —Becky miro al niño— ¿ahora que hacemos?

◼️◼️◼️

Becky se sentía extraña con tanto silencio en el aire. Normalmente ella era de música a todo volumen, bailando de aquí para allá, mientras trabajaba en algunos proyectos.

Ahora, no había música, no había taller, no había nada. Sólo ella y su cachorro.

No podía pedirle a su alexa que pusiera su lista de reproducción sin temor a dañar los oídos de su hijo. Aún era pequeño y no sabía que tanto le podía afectar el volumen de la música.

Tampoco podía ir al taller y dejarlo sólo.
Llevarlo consigo no era una opción, pues tampoco podría trabajar teniendo a Song en sus brazos.

—No queda otra. —Becky tomó al bebé de la cuna y se fue a su habitación-. Vamos a esperar a que duermas.

El niño sólo la miraba con ojos curiosos mientras olisqueaba el aroma de su mamá Omega.

◼️◼️◼️

3 horas y Song parecía más despierto que nunca. Becky suspiro cansada.

—Eres difícil de roer. —Becky sonrio orgullosa—. Eso lo sacaste de mí.

Contenta, siguió jugando con las manitas de su cachorro, sus piecitos y sus cabellos que cada día tomaban una tonalidad más oscura.

Aburrida, decidió que ir a la sala no tendría que ser un problema después de todo. Tomaría sus precauciones, se encargaría de no hacer nada que requiera de toda su atención y en cuanto menos lo pensara, tendría a su hijo durmiendo sin daño alguno.

◼️◼️◼️

Tardo varios minutos en darse cuenta que Song lloraba a todo pulmón. Estaba tan inmerso en su mundo que no escucho los primeros gimoteos.

-iOh, no, no! —Becky se levantó rápido de su lugar y corrió hacia el bebé enrollado en una manta y puesto en una cuna lo suficiente grande para un recién nacido—. Milk Tea, ¿qué pasa?
Sé sintió una tonta por pensar que su cachorro le respondería.

Miró hacia varios lados; no sabía que hacer para calmar el llanto.

—¿Alexa,que le pasa a mi bebé?

—"Son varias cosas las que puede exigir un recién nacido." —La asistente virtual parecía disfrutar de ver a la omega en pánico—. Hambre, sueño, disgusto...

Rebecca rodó los ojos. ¿Cómo se supone que lo sabría?

◼️◼️◼️

Cuando Freen llegó del trabajo, encontró a la castaño con grandes ojeras, despeinada y con el bebé llorando en brazos.

—¿Becky? —La Alfa rápidamente dejó sus cosas en el piso para cargar al bebé de los brazos de Rebecca— ¿Por qué...?

—Ya lo arrulle, ya lo cambie, ya le di de comer...
—Becky le enseño su pecho. Sus pezones se veían irritados—, y nada funciona.

La pelinegra miró como él bebé tenía la nariz y mejillas rojas de tanto llorar.

—No sé qué estoy haciendo mal. —Becky la miró con desesperación—. Soy una pésima madre.

Freen negó sonriendo. Con cuidado, jalo de la mano de la Omega y la sentó para después ponerle al bebé en brazos.

—Mecelo con suavidad. —Freen beso el cabello de Becky—. Tienes que calmarte, amor. El bebé puede oler tu desesperación.

Rebecca tardo en volver en sus sentidos.

Conforme se iba calmando, el llanto de Song cesaba.

Su pequeña nariz reconoció el aroma de Becky.
Uno dulce, calmo, penetrante. Era de su madre
Omega.

—Todo está bien. —Sarocha se sento a un lado de la Omega, paso sus brazos detrás de la británica dejando que fueran un sosten para los de su pareja —. Estoy en casa.

La castaño estaba por caer dormida.

—Bienvenida a casa, Teerak.

Freen sonrio con cariño al ver como sus dos grandes amores dormían.

_________________________________

Hola Hola
De corazón una disculpa por estar tan perdida ya he vuelto y prometo que esta semana terminaré la historia y la próxima semana comenzaré una nueva díganme qué temática les gustaría para la siguiente.
Nos estamos leyendo 🤭

DESTINO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora