CAPITULO 4

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Decir que SooBin durmió algo esa noche, sería un absurdo. No lo hizo.

¿Cómo podría?

Tenía menos de veinticuatro horas para pensar como deshacerse de ese demonio o terminaría siendo follado sin contemplación. No es que tuviera algo contra el sexo, era el contexto el que no le gustaba.

Suspirando y después de haber pasado toda la noche maquinando qué hacer, pero sin llegar a un resultado, SooBin optó por levantarse ese sábado. La cabeza le dolía y sus ojos ardían. Necesitaba un buen café.

Somnoliento, caminó hacia la cocina.

No había alcanzado a colocar la taza sobre la mesada, cuando una voz le habló.

- Saca otra taza, yo también quiero

SooBin se heló. Con ojos grandes, miró en dirección a la sala, su cocina de concepto abierto dando directamente a ella. Sentado en el mismo sofá de la noche anterior, estaba ese demonio que casi lo viola y que – básicamente – le había dado veinticuatro horas para acostumbrarse a la idea.

Alzando una ceja, YeonJun lo observó sin interés.

- ¿Me vas a servir café, si o no?

- ¿Q-qué...? – SooBin se detuvo y talló sus ojos para estar seguro que era real y no una alucinación - ¡Dijiste que volverías en la noche!

- Por ti. Si, así es.

- Entonces, ¿Qué haces aquí?

YeonJun rodó los ojos, como si la respuesta fuera demasiado obvia para decirla en voz alta.

- Vigilo que no hagas ninguna estupidez – respondió al final, mirando sus uñas. – También porque no me puedo ir hasta cumplir tu deseo. Si hubieras cedido anoche, yo ya no estaría aquí

SooBin boqueó. Esto no podía estar pasando. ¿Cómo rayos iba a descubrir una forma para deshacerse de ese endemoniado sujeto – sin sexo – si él estaba ahí?. A su lado. Vigilando cada uno de sus movimientos.

¡Casi sentía que leía su mente!

- Esto es una pesadilla – gruñó, masajeando sus sienes.

- Opino igual. Estar amarrado por un conjuro a un humano tan idiota es desesperante

- ¿Me llamaste idiota?

- ¿Cómo te catalogaría sino? ¿O acaso crees que es muy inteligente invocar un demonio del sexo para luego no querer tener sexo con él? – le preguntó agudo y SooBin debió tragarse su mortificación para sí mismo.

También sus réplicas, porque el otro tenía razón. Sip, era un idiota rematado. Empezando por haber cedido a los caprichos de Kai. Si su amigo era el interesado, él debió invocarlo y no SooBin.

Se pasó las manos por la cara.

- Iré a tomar una ducha – anunció antes de dirigirse al baño, la taza quedando vacía tras suyo, sus pasos siendo lánguidos.

YeonJun lo vio con mala cara.

- Al menos me hubiera dejado el café listo – se quejó, cruzándose de brazos.



Ya en el baño, SooBin se lavó la cara y vio las pronunciadas ojeras que se formaron bajo sus ojos producto de la mala noche que había pasado. Sin darle mayor importancia a su apariencia personal, se deshizo de la ropa y se metió bajo la regadera.

El primer impacto del agua fría contra su cuerpo, lo reactivó. El paso a agua tibia, lo relajó.

- ¿Sabes? Si lo hacemos en el baño también cuenta

Devil Never Mistake [YeonBin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora