Ambos chicos abrieron los ojos al ver a la madre de Kunikuzushi en la puerta, observando como su hijo estaba encima de Xiao con un traje bastante indecente.
- Hablaremos de esto luego, Kunikuzushi.
Dijo y después volvió a cerrar la puerta de la ha...
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Kunikuzushi llegó a la escuela y rápidamente se dirigió a su salón, ignorando a todos, ni siquiera se molestó en saludar a Mona o incluso a Tighnari, simplemente tomó las clases con una seriedad increíble y después de eso por fin se acercó a sus amigos.
- Vaya, por fin te dignas a saludarnos. - Mona dijo con una clara indignación.
- Tranquila, también hay que darle su espacio. - Tighnari dijo mientras sonreía amablemente.
- Lamento eso, es solo que hoy me levanté de malhumor. - Kunikuzushi dijo mientras suspiraba.
- Está bien, no te preocupes. - Mona dijo mientras se reía. - ¿Quieren ir a beber algo?, hoy abrió una nueva cafetería.
- Suen-
Tighnari iba a hablar hasta que alguien le puso la mano en el hombro.
- ¿Están libres?, necesito que me ayuden en algo. - Kazuha dijo mientras jalaba a los tres en dirección a los clubes.
- Emmm, ¿En qué te ayudamos? - Mona dijo mientras miraba la puerta del club de lectura.
- Necesito una excusa para entrar al club de lectura, ahí hay alguien a quién quiero ver. - Kazuha dijo mientras sonreía.
- Lamento decepcionarte, pero yo debo irme, le prometí a Collei que me uniría al club de botánica junto con ella. - Tighnari dijo mientras sonreía con algo de pena.
- Está bien, no te preocupes, aún tengo a Kunikuzushi y a Mona. - Kazuha dijo mientras se despedía de Tighnari y arrastraba a Kunikuzushi y a Mona hacía dentro del club de lectura.
En cierta parte del club de lectura, había un pelirrojo de ojos verdes que leía un libro acerca de detectives con mucha emoción.
- ¿No te puedes sentar bien, Heizou? - Alhaitham dijo mientras miraba como Heizou estaba técnicamente echado en el sillón de una persona.
- ¿A ti que te importa como me siente? - Heizou dijo mientras ponía los ojos en blanco.
- Eso me gano por tratar de ayudar. - Alhaitham dijo mientras suspiraba y retornaba su lectura, no le haría caso a un mocoso rebelde.
- ¡Ja!, ¿Tú a quién has ayudado? - Heizou dijo mientras aguantaba la risa.
- A ti cuando tú madre te dejó y yo tenía que hacer la comida. - Alhaitham dijo con una seriedad que Heizou sintió como cuchilla clavada en su cabeza.
- Maldigo el día en el que nos enteramos que éramos hermanastros. - Heizou gruñó.
- Somos cinco en total, de diferentes madres, no creo que seas el único. - Alhaitham dijo mientras recordaba cuántos hermanastros tenía.
