Ambos chicos abrieron los ojos al ver a la madre de Kunikuzushi en la puerta, observando como su hijo estaba encima de Xiao con un traje bastante indecente.
- Hablaremos de esto luego, Kunikuzushi.
Dijo y después volvió a cerrar la puerta de la ha...
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Fue un largo día de clases pero finalmente acabó y Kunikuzushi se despidió rápidamente de sus amigos para ir con Xiao, estaba tan emocionado que todos lo notaron.
Xiao estaba dirigiéndose al estacionamiento de la escuela cuando sintió que alguien lo abrazaba por atrás, se volteó y sonrió al ver a Kunikuzushi.
— ¿Nos vamos? — Xiao preguntó con una sonrisa mientras agarraba a Kunikuzushi de la mano.
— Sí, primero a mi casa y ya después a la tuya. — Kunikuzushi dijo con una sonrisa mientras avanzaban hacía el auto de Xiao.
Xiao le abrió la puerta para que suba y cuando subió se fue directamente a su asiento para conducir.
— Tú auto es muy bonito, ¿De quién fue la idea de la decoración verdosa en el auto? También tienes tatuajes con el mismo diseño. — Kunikuzushi preguntó mientras recordaba los tatuajes que le vio a Xiao cuando se bañaron juntos.
— En la familia de mi madre normalmente tienen diseños parecidos, así que mi madre me mostró un diseño y yo acepte ponerlo en el auto cuando me compraron el auto, después cuando mi madre murió pues... Me tatué. — Xiao dijo mientras soltaba un suspiro y agarraba la mano de Kunikuzushi.
— Oh, ya entiendo... Por cierto, Xiao, ¿Me vas a cocinar algo rico? Tengo mucha hambre. — Kunikuzushi dijo mientras trataba de cambiar el tema de conversación.
— Claro que sí, mi amor, espero que te sientas como en tu casa una vez que lleguemos. — Xiao dijo y soltó la mano de Kunikuzushi para arrancar el auto.
Después de ir a la casa de Kunikuzushi por sus cosas fueron a la casa de Xiao en dónde Kunikuzushi entró y vio a Hu Tao mirándolo fijamente.
— Eso es nuevo. — Hu Tao parecía en shock tenía la boca abierta y miraba a Kunikuzushi con la boca abierta.
— ¿Qué cosa es nueva? — Kunikuzushi preguntó mientras fruncía levemente el ceño.
— De Ganyu ya es costumbre, trae a algunos amigos a veces pero... ¡¿De Xiao?!, ¿No estás enfermo, Alatus? — Hu Tao preguntó mientras examinaba con la mirada a Xiao.
— Kunikuzushi y yo estaremos ocupados, así que cuando te vayas cierra bien ks puerta y ni la dejes mal cerrada como acostumbras. — Xiao fulminó con la mirada a Hu Tao y luego tomó la mano de Kunikuzushi para dirigirse a la cocina.
