Ambos chicos abrieron los ojos al ver a la madre de Kunikuzushi en la puerta, observando como su hijo estaba encima de Xiao con un traje bastante indecente.
- Hablaremos de esto luego, Kunikuzushi.
Dijo y después volvió a cerrar la puerta de la ha...
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La voz de Xiao hizo que algo en Kunikuzushi se congelara, desde su última conversación, Kunikuzushi ya ni siquiera quería oír su voz.
- ¿No me escucharon? - Xiao habló con una voz tan fría que incluso Mona sintió un escalofrío. - Bien, lo volveré a repetir. ¿Por qué mencionan tanto mi nombre?
- Emm... Yo... - Mona se puso muy nerviosa.
- Deja de hacer tanto drama y di el porqué de tu excelentísima presencia, no creo que hayas venido solo para molestarnos. - Kunikuzushi dijo mientras se cruzaba de brazos.
- A ti no te viene a ver ni tu madre. Mona, te buscan en el club de astrología. - Xiao dijo y después de eso se fue lanzando una mirada de molestia a Kunikuzushi.
- Odio a ese tipo. - Kunikuzushi dijo mientras le levantaba el dedo del medio.
- Yo debo ir a mi club, y tú seguramente debes ir a pensar a cual unirte, así que te dejo. Adiós, Kuniku. - Mona se fue algo emocionada, dejando a Kunikuzushi solo.
- Joder, que solo me siento... Todos tienen su club en dónde tienen más amigos y yo solo tengo a Mona y Tighnari... - Kunikuzushi bajó levemente su cabeza y después se fue de la sala del club de lectura.
- Que fuerte la situación... - Charlotte dijo mientras analizaba lo que acababa de suceder.
Charlotte se fue siguiendo a Kunikuzushi. Alhaitham que estaba en un rincón no pudo evitar ver eso con una enorme seriedad, claramente no le importaba, pero dejaron todo tirado y eso sí importaba.
Kunikuzushi se sentó en una banca atrás de la escuela mientras pensaba a qué club unirse, realmente no era bueno para nada y seguramente sería un estorbo.
- Odio mi vida. - Kunikuzushi dijo mientras suspiraba y miraba hacia un lado, era difícil decidir a qué club unirse.
- Únete al club de poesía. - Hu Tao susurró al oído de Kunikuzushi y este dió un brinco del susto.
- ¡Ahhh!, ¡Hu Tao! - Kunikuzushi gritó mientras se recomponía del susto.
- Lamento eso, pero bueno... ¿Quieres unirte al club de poesía?, no tienes ningún club y necesitas al menos dos para no tener un llamado de atención, puedes unirte al club de poesía y después solo buscar uno más. - Hu Tao dijo mientras le extendía a Kunikuzushi el papel de inscripción al club.
Kunikuzushi miró la escalofriante mirada de Hu Tao y por miedo es que tomó la inscripción y la llenó.
- Es una buena elección. ¡Vamos!, ¡Te llevaré al club! - Hu Tao tomó la mano de Kunikuzushi y corrió hacía una sala en dónde había unas cuantas personas.
