Ambos chicos abrieron los ojos al ver a la madre de Kunikuzushi en la puerta, observando como su hijo estaba encima de Xiao con un traje bastante indecente.
- Hablaremos de esto luego, Kunikuzushi.
Dijo y después volvió a cerrar la puerta de la ha...
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Sus intenciones de arreglar las cosas con Kunikuzushi se vieron gravemente opacadas cuando al llegar a la casa de este también vio a Tartaglia, realmente se iba a armar un caos y quien más lo sabía era Kunikuzushi pero quería comprobar algo.
— Xiao, amigo del alma, que honor estar otra vez en tu presencia. — Tartaglia sonrió alegremente como normalmente lo hacía para tratar de calmar la ira que se notaba en Xiao.
— ¿Acaso no fueron suficientes los golpes que te di? — Xiao dijo a regañadientes, se notaba la ira que emanaba.
Kunikuzushi abrió levemente la boca en señal de sorpresa, miró a Xiao y después a Tartaglia quien parecía llorar mentalmente al saber que Xiao lo iba a volver a golpear, y esta vez no lo salvaría nadie.
— Vamos, no te enojes, ambos somos amigos de Kuniku, no debemos pelear, ¿verdad? — Tartaglia dijo con una sonrisa que reflejaba oscuras intenciones.
— ¿Amigo? — Xiao frunció más el ceño mientras aguantaba las ganas de matar a Tartaglia en ese momento.
— ¡Claro!, ¿Acaso eres su novio o algo así? — Tartaglia sabía en el riesgo de decir eso pero parecía que había dejado sin palabras a Xiao y eso le daba confianza.
— Childe... Vamos afuera. — Xiao habló en un tono realmente sombrío.
— ¡NO!, ¡AYÚDAME, KUNIKU! — Tartaglia abrazó a Kunikuzushi haciendo enfurecer más a Xiao.
— Xiao, cálmate... Tartaglia solo está siendo molesto como siempre. — Kunikuzushi dijo mientras sentía los nervios empezar a florecer.
— ¿Por qué lo defiendes? — Xiao habló fríamente mientras se acercaba lentamente.
— ¿Qué?, no lo estoy defendiendo. — Kunikuzushi dijo mientras sentía miedo al ver a Xiao.
— Alatus, tranquilo, yo ya m-... — Tartaglia no pudo acabar de hablar ya que Xiao tiró a Kunikuzushi a un lado haciendo que caiga y después golpeó a Tartaglia en la cara.
Kunikuzushi estaba temblando, no pensó que Xiao lo tiraría así solo para golpear a Tartaglia, tenía miedo y ganas de llorar.
— Siempre tienes que llevar todo al máximo nivel, ¿no es así? — Xiao apretó el puño a punto de golpear a Tartaglia pero este puso la mano y después señaló a Kunikuzushi.
