˗ˏˋ Las caminatas cambiaron desde aquel accidente. Las cosas se volvieron diferentes, la paz que había mantenido y la burbuja en la que vivía explotaron, mostrándole la realidad cruda en la que solo conocía por superficie.
Y la...
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El invierno golpea más intenso este lado de la frontera, acarreando brisas feroces; azotando el pelaje de sus lobos al correr, sus pisadas quedan marcadas en la nieve por segundos antes de ser borradas por el viento. La montaña se cubre con una gruesa capa de nieve como los pinos espolvoreados de la misma, un escenario frío y sigiloso. Aplastó las marcas que el lobo negro deja al guiarlo, moviendo la cabeza y observando el terreno en que viaja antes de que el lobo negro lo conduzca al bosque interno de su territorio. Sus patas fueron más cuidadosas al pisar la tierra, pues sabía que las trampas podían llegar a lesionar por meses o de por vida. El lobo negro giraba de vez en cuando su cabeza, soltando un bufido. No sabía si un lobo podía virar los ojos, pero la intención estuvo en su mente. Llegó a un costado del lobo negro, empujándolo y alejándose.
El lobo negro no perdió en ningún instante el equilibrio, observando al lobo albino que levantó su cabeza con desinterés, como si no fuera él quien lo empujó. Indicando que quería jugar un rato... Traspasaron por varios árboles del bosque, saliendo al campo abierto cubierto de nieve, cuando supieron que estaban fuera de todo peligro. El lobo negro intentó empujarlo juguetón, pero leyó su inclinación, evadiéndolo y echando carrera lejos de este. Sabiendo que en el campo abierto, no habría peligro. El lobo negro dejó que corriera dos metros, para darle caza. Pero no se percató al notar como las orejas del lobo negro se agitaron, deteniéndose a escuchar las pisadas de lobos acercándose a la zona en la que se habían declarado guerra de juego. Y la atención de este lobo negro, tornó súbitamente al lobo albino, que corría en el campo nevado, todo pasando en segundos.
Un enorme lobo café se aproximaba al flanco del enorme lobo albino, tacleando en medio de su carrera, ambos rodando por el extenso campo nevado. Sus gruñidos se podían escuchar a una sensata distancia. Perdiendo de vista como el lobo negro impulsaba sus patas traseras y delanteras, en su dirección; en la que el lobo café y el lobo albino tratan de morderse y subyugar al otro en el suelo nevado.
El lobo albino empujó con fuerza sus patas delanteras al lobo café, quitándoselo de encima y gruñendo, mostrándole sus colmillos. Ambos encabezaron una especie de danza en círculo, sin perderse de vista. Si algo le habían enseñado sus hermanos mayores, es que ningún lobo Alpha idiota iba a someterlo en una disputa de lobos. En alerta en defenderse y contraatacar a su oponente, su cabeza se movió cuando sintió un lobo acercándose a su extremo ciego. Perdiendo de vista un segundo al lobo café, que estaba por atacarlo, pero que, rudamente, fue embestido por el cuerpo del lobo negro, haciéndole rodar por el campo, lejos de él, mientras se endereza como si nada. Y el lobo gris que se acercaba a su costado, frenó en seco su trote; junto al segundo lobo gris oscuro, de ojos heterocromáticos, que resopló, pareciendo que se reía del lobo café derribado.
