𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | "Del odio al amor hay un destino oculto"
En el bajo mundo controlado por mafias, Kim Taehyung, un omega dominante es obligado a un arreglo matrimonial para conservar la paz de su familia y sus negocios. Pero todo cambia cuando sus i...
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La realidad fuera de la gran mansión era igual que irreconocible, Taehyung se mantuvo observando por las ventanas del auto con la esperanza de familiarizarse un poco con las direcciones o ciertas calles que pudiera reconocer.
Al llegar a ver los rascacielos modernos y de infraestructura futurista no hizo más que emocionarse por la belleza que creía escondida en Rusia. El vehículo fue llevado a un gran terreno rodeado por un lago enorme que logró mayor curiosidad en el omega, por cada metro que avanzaban por el puente conectándolos, era como ingresar a una nueva civilización.
Taehyung miraba de un lado para otro con estupor, voltea aún más curioso con preguntas en la punta de su lengua encontrando a Jungkook a su lado, el alfa estaba concentrado al otro lado de la ventana, indiferente apaciguando sus ganas de preguntarle.
"¿En dónde nos encontramos?" Han le pone atención por el retrovisor cuando el omega pregunta, Taehyung ignora a la figura a su lado que voltea cuando habla.
"En el distrito Presnesky, señor Kim, este lugar se llama Moscow City".
Desorientado por la similitud en la pronunciación de las ciudades y distritos en Rusia Taehyung agradece al empezar a aparcar los coches en un estacionamiento cerrado.
Los alfas salen de las camionetas y se sitúan en filas esperando su salida, el castaño se mueve para abrir la puerta, pero su cuerpo se mantiene inmóvil por un agarre en su chaqueta detrás de él. El azabache exigía que se mantuviera en el interior un momento más.
"Este lugar es conocido por ser el centro internacional de negocios más grande de Moscú, te traje aquí porque me pareció lo más apropiado a tus gustos. Tienes la libertad de ver e ir a donde desees con cuidado, nos verán públicamente por segunda vez, sé sereno".
Se excusa el azabache soltando el extremo de la prenda con lentitud cuando el omega estudia su toque inesperado.
"Soy muy juicioso", contesta el castaño elevando los hombros, el alfa sube una de sus cejas con incredulidad, suficiente para hacerlo razonar sobre su comportamiento inapropiado en más de una ocasión "Ya, ya entendí".
