10| Sitio extraño

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Agarré el clip para sujetar el pelo y me lo guardé en el bolsillo que había en el traje de la cárcel.

Entonces pensé :

"Con esto puedo escapar de aquí"

Me emocioné por dentro pero después de escaparme ¿adónde iría? Probablemente iría a casa de Kev, pero no sabía el camino de vuelta.

Continué para que no se me quedaran mirando raro y vi las tres opciones de comida que habían.

-Las opciones se llaman: pizza- señaló un trozo de triángulo con cosas diversas( parecía bueno la verdad)- espaguetis- señaló los espaguetis que ya había tenido en una ocasión pero ya me había cansado-y por último ensalada-señaló un plato con cosas verdes.

Quería cambiar y probar cosas nuevas.

-Me puedes poner pizza por favor-dije.

Me entregó el plato y ahora tenía que elegir dónde sentarme.

Sólo estaba Audrey, o la rubia o como se llamara, en una mesa mirando la comida sin comer apenas.

No me quería sentar a su lado, no iba a correr ese riesgo; así que me dirijo a una mesa no muy alejada pero con el suficiente espacio.

Probé un mordisco y estaba bastante buena.

Pero en ese momento tenía que pensar que podía hacer para escapar.

Decidí  que ahora después de comer sería el mejor momento.

Pero en ese instante tenía que pensar que podía hacer para escapar de ahí.

Después de comer teníamos la hora de la ducha y luego teníamos que volver a la celda.  Quería preguntar también si podía ir a la biblioteca para pasar tiempo.

Y así poder escapar el día siguiente, no tenía plan solo tenía que improvisar.

Al acabar la pizza estaba esperando a ir a la celda y ducharme mientras bebía agua que me habían dado.

-Señoritas en pie!-dijo un guardia con un tono de voz elevado.

Me levanté de golpe y llevé mi plato a las cocineras que lo recibieron con una sonrisa.

Audrey hizo lo mismo y nos dirigimos dónde estaba el guardia.

-Tu vampirita- dijo señalándome- sé que eres nueva así que te explicaré que las toallas están en el baño y el neceser te lo puedes llevar, tienes que estar lista de ducharte y hacer todo lo que necesitas en media hora aproximadamente.

Asentí, el guardia no era muy amable como lo había sido el anterior.

Audrey se marchó sin decir nada, ya estaba acostumbrada.

En verdad a veces me daba pena porque parecía siempre estar sola y sin decir nada y sólo mirando puntos fijos.

"Tu compañera es una psicópata intentó iniciar una guerra pero no lo consiguió".

Esas palabras resonaron en mi cabeza y me estremecí por dentro.

Quité los pensamientos de mi cabeza y seguí al guardia.

El camino fue incómodo y largo pero no teníamos nada que hablar.

Al llegar él se quedó esperando fuera mientras yo agarraba mi neceser, con la ropa y todo lo que necesitaba.

Salí fuera de la celda y seguí al guardia otra vez para llegar a los baños, tarde o pronto tenía que aprender todos los sitios.

Llegamos a una parte del edificio que parecían los baños, habían dos puertas, una para los chicos y otra para las chicas.

EL REINO PERDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora