14| Congelada

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Lo primero que vi al abrir la puerta fue unas escaleras que bajaban hasta el suelo,no entendía qué hacían unas escaleras ahí .

En el laberinto, sí que había notado subirlas, pero estaba tan concentrada en salir que no me había dado cuenta.

Miré lo que tenía delante mía y era un grupo gigante de personas,reconocí al Rey y a Kev.

Todos empezaron a aplaudir, menos el Rey, que al mirarme fijamente con cara seria se fue con sus súbditos, y ellos pararon de aplaudir.

Entonces bajé las escaleras, aún estaba con un poco de nieve.

Procuré que no me resbalara, eran unas pocas escaleras pero igualmente ya estaba constipada y no quería estar más.

Al llegar al suelo un guardia se acercó, la gente se quedo atrás murmurando.

-Aqui tienes una chaqueta, el Rey se ha ido y ha dicho que puedes ir a otro sitio que no sea el castillo pero que dentro de dos días, cuando sean las 12 del mediodía , tienes que estar en la puerta del castillo lista para la siguiente prueba, debes de ser puntual-dijo el guardia dándome una chaqueta que parecía abrigada.

Tenía la térmica llena de nieve y las zapatillas igual.

Pero pensé que teniendo dos días podría recuperarme del resfriado y coger más fuerzas, encima podría ir a casa de Kev y al bosque a ver al dragón.

-Gracias- dije mientras el guardia se iba.

Al momento de tener que pasar por esa multitud ya temblaba,la gente no estaba contenta, murmuraban mientras pasaba con una cara de desagrado.

Hasta que vi a Kev al final, mi amigo de aquí, me fijé y era un señor de alrededor 60 años que ya consideraba más padre que a mi padre.

Él sonrió al verme...

-Hola Aura, me alegro un montón de verte sabía que podías-dijo.

Yo suspiré, no lo tenía muy claro que podía.

-Gracias, y por cierto puedo quedarme en otro sitio que no sea el castillo así que si ¿podrías alojarme en tu casa? Si no es molestia claro-dije

-La pregunta ofende, ¡claro que sí! Sabes, llevo muchos años solo y necesito un poco de compañía-dijo.

Le sonreí y salimos de ese gigante grupo de gente que ya estaba despareciendo.

Se escuchaban carruajes por todos lados así que supuse que también iríamos en uno.

-Ahi esta Canela,es mi caballo, estos días ha estado en la granja que tengo en la montaña, te la tengo que enseñar-dijo.

Miré a Canela,era un caballo marrón tal como su nombre indica de color Canela.

Estaba esperando con un carruaje.

Llegamos y Kev saludo a Canela, ella me miró y bajó la cabeza, supuse que eso era una buena señal y le acaricié la frente.

Me dirigí a la puerta y la abrí, Kev tenia el control lo cual no me preocupaba.

Antes si estaba cansada, porque me habían levantado pronto , pero la nieve me había despertado.

La chaqueta me ayudaaba con el frío, porque juraba que hacía menos de -10 grados.

El camino fue lento y oscuro ya que la luna estaba creciente cóncava, es decir muy poco.

Siempre me había interesado la astronomía y todo sobre las estrellas y planetas, sabía que los humanos lo estudiaban lo cual hacía imposible de yo estudiarlo.

EL REINO PERDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora