Presente: Enero, 2022
—Señorita —chilla Michael, un pequeñito pelirrojo—, ¡se me va a salir un diente!
El revuelo que se forma en el aula es desastroso, todos quieren ver el diente suelto de Michael, me alejo del pizarrón tras terminar de escribir la última sílaba de una oración.
—Todos a sus sillas —pido y sujeto sus hombritos para abrirme paso, son pequeños, tienen con suerte seis años, además se me asignó como su profesora titular.
Me agrada pensar que ellos pueden darme el cariño que un hijo nunca podrá.
—Déjame ver —, Michael abre la boca, hay sangre en su pequeña lengua debido al diente frontal que le cuelga inestable—. Bueno, creo que el ratoncito pasará esta noche por ese diente.
—¡Señorita, mi mami dijo que es un hada! —reclama Amy, una preciosa e inteligente niña que siempre está sentada en los lugares más alejados del pizarrón debido a su gran crecimiento.
—¡La mía también! —se alzan otros.
—¡Mentira, es un ratón! —chilla Michael y otros lo apoyan.
Abro la boca con la intención de defender al pobre ratón Pérez, pero me detengo, no se supone que pelee con niños de seis años sobre el ser ficticio que se lleva los sucios y pequeños dientes.
—¡Silencio, chicos! —me alzo entre todos, despeino cabellos con mis dedos y les sonrío—. Lo que ocurre es que los adultos nunca nos ponemos de acuerdo, unos dicen que es un ratón y otros que es un hada porque... —Me rasco la nuca con indecisión—... Porque... Mmm... Porque es un ratón con alas.
—Genial —susurra Michael, todos me miran con sorpresa, pero se desconcentran en cuanto el pequeño pelirrojo se arranca el diente y comienza a llenarse su boca con una cantidad escandalosa de sangre.
—¡Un doctor! —grita Evan, su mellizo inseparable. No puedo evitarlo: comienzo a carcajearme.
La mayoría del tiempo odio ser maestra por el pesado trabajo y el escaso sueldo, pero en momentos como este recuerdo por qué sigo aquí.
+ + + + + + + +
Ir de compras es mi tercera actividad favorita, en especial si Penny me acompaña. Solemos hacer las compras al mismo tiempo, ambas vivimos con nuestras parejas por lo que los suministros de comida nos duran más o menos el mismo tiempo.
—Kevin me llamó en la madrugada para preguntármelo —cuchichea mi amiga mientras elegimos los productos de limpieza.
—Realmente estaba enfadado —aseguro, miro entre el limpiador de pisos con olor a lavanda y el que tiene aroma a limón.
—Ya lo creo, te juro que no le entendía nada —se ríe y mete el de lavanda a su carrito, el de limón me atrae bastante, pero nunca lo he ocupado así que me decido por el mismo que Penny—. Lo que necesito saber es quién es ese tal Isaac.
—Es un viejo... amigo —, suspiro y empujo el carrito—. No, olvida eso, nunca ha sido mi amigo y nunca lo será, digamos que es solo un viejo.
Penny se ríe de lo que he dicho, me detengo y meto en el carrito algunos productos para limpiar cristales.
—Uy, chica guapa a las doce —susurra de repente, entorno los ojos y miro a mi derecha, ella suele decirme ese tipo de cosas, pero nunca le sería infiel a su novia.
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Querido orgullo
RomanceA semanas de su boda Demetria no está segura de estar haciendo lo correcto, sin embargo, está decidida a decir "sí" cuando la ceremonia se lleve a cabo. Lo que definitivamente no forma parte de sus planes es que el cuñado de su hermana aparezca de...