Confort

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Desperté con caricias, podría incluso asegurar que era mi madre. Pero, no era así.

Ahí recordé mi situación actual, sinceramente, no sé como sentirme al respecto. Todo el afecto y el cariño se siente bien pero ¿debo de disfrutar esto?

¿Kacchan esta sintiendo algo por mí o solo intenta cumplir con su deber? Debe ser la segunda opción. Kacchan es bueno en su trabajo, siempre fue excepcional, ahora no va a ser la excepción a la regla.

El susodicho estaba intentando despertarme, no quería. Estaba cansado, realmente quiero seguir en el sofá.

—Conejito ya es hora de despertarse, sino alguien va a ser todo gruñon en la tarde— Kacchan me tocaba la punta de la nariz.

—No, no quiero—. Kacchan en serio estoy cansado.

—Bueno, al parecer si te pasaste de tu horario de sueño y alguien parece tener hambre—. No quería darle la razón.

Ahí es cuando sentí frío, Kacchan me tomó en brazos y me hizo rebotar.

—No, Kacchan no quiero — Comencé a tirar las sábana.

Kacchan solo suspiró, al parecer, no estaba haciendo efecto lo que hacía.

Seguí en upa y llegamos hasta el comedor, ahí me encontré a Kirishima.

—Hola campeón, ¿Cómo dormiste la siesta? — Kirishima tomo la iniciativa con una sonrisa, le era totalmente natural aunque estaba sonrojado.

Kacchan hizo un movimiento para que respondiera.
—Oh, mmm, bien— mi tono era bajo.

—Me alegro mucho Izu, Bakugo, paso al baño — Kirishima se excuso y se alejó de la mesa.

—Kacchan, ¿me escuchó? — susurré.

—No, ya podes relajarte Conejito— si, era totalmente obvio, me escuchó.

—Kacchan me sentó en la silla y puso en repasador. Estamos comiendo curry y no quiere que ensucie mi ropa nueva.

Fue una velada pacifica entre los tres,  la desgracia y la vergüenza de ser tratado como si tuviera cuatro años paso a ser algo monotono.

Kirishima y Bakugo charlaban sobre deportes, creo que nunca hice deportes.
Me concentré en comer el curry con la cuchara sin derramar en el delantal.

No hubo manera en que el repasador saliera intacto.

—Lo siento tanto, me siento un poco lento— me excusé.

—No pasa nada Izu, para eso esta el repasador— kacchan sonrió.

Me sentí totalmente impotente.

Me ayudó con el repasador y los platos. Kirishima se ofreció a lavarlos.

—Izuku, debo de ponerme a estudiar— Habló Kacchan.

Ahí es cuando recordé, tengo como una semana de clases atrasada. No estoy de vacaciones.

—Oh, yo también debería— comencé a dirigirme a mi habitación. Algo me detuvo en cuanto hice un paso.

—No, Izu, los profesores van a charlar con vos sobre los deberes de las clases. Creo que de ahora en más van a ser distintas— Kacchan comentó.

Respire profundo, espero que no me atrase más de lo que estoy.

La tarde fue tranquila, pasamos la mayor parte en la habitación de Kacchan.

La alfombra pasó a ser uno de mis lugares favoritos, era tan suave y su textura no era incomoda. Kacchan dejo unas galletas y un vaso con jugo.

Me hizo recordar cuando estaba en prescolar, mamá me dejaba leer en la alfombra de la biblioteca.
Claramente, en ese momento eran comics de heroes.

My little Izuku (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora