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Conducía hasta donde creía que se encontraría el colegio. Fue un poco difícil de llegar a ese lugar, ya que casi nadie lo conocía.
Me dolía el trasero, estaba casi segura que se me caería de lo entumecidas que estaban. Conducir desde Nueva York hasta Maine, era muy cansado y más porque no había parado en ningún momento. Ocho horas serían en total y aún me faltaba media hora mas. Pero no podía parar, ya me había tardado mucho.
Después de media hora y unos minutos más habíamos llegado. Inmediatamente me baje del coche y observé mi panorama.
Lo que se supone que sería una escuela podría ser perfectamente el castillo de Drácula,igual que las películas. Grande y obscuro. Del cielo caía agua nieve y este cubría toda la carretera. Del frío que hacía, mi boca y nariz sacaban vapor.
Comencé a caminar en dirección al colegio, y en cuanto entré quedé totalmente maravillada. La paredes casi tapizadas de una hermosa manera con estandartes y colecciones de armas, con estrabucos, hachas y cualquier arma que te pudieras imaginar. Simplemente maravilloso.
Avance derecho sin ningún rumbo en especial. Pero a medida que caminaba, escuchaba más y más ruido. Música, para ser específicos. Me dirigí a la puerta donde provenía el ruido y entré. Era un GIM transformado en un salón de fiestas, decorado con globos rojos y negros. Plagado de niños pre-adolescentes que vestían ropa no adecuada para sus edades. Niños pateando como locos los pobres globos y niñas cuchicheando en grupos mientras parecían criticar con la mirada a cualquier ser que pasara por donde ellas estaban.
Me dispuse a ir la mesa de comida para agarrar un vaso de ponche y después irme a sentar detrás de un grupo de chicas. Observe mi alrededor en busca de algo extraño, ya llevaba más de 15 minutos en este lugar sentada y no veía nada fuera de lo normal. Pero sabia que algo andaba mal. Empezaba a sentirme incomoda por la mirada de un profesor encima mío. No era ese tipo de miradas de viejos raboverde, era el tipo de miradas de cuando sabes que te quieren matar. Y eso normalmente lo sentía en un monstruo. En un parpadeo vi como el profesor sacaba su mirada de mi y la ponía en unos niños, para posteriormente llevarlos fuera de el salón. De tras se ellos salieron corriendo dos personas; una con pinta de punk y el otro con pinta de hippie. al cabo de veinte segundos una niña de pelo rubio salió como alma que lleva el diablo y detras de ella un poco de tiempo después, un niño de pelo negro, totalmente vestido de azul.
