8. Reverberar

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Resumen:

Era muy probable que, al bañarse solo en su propio dormitorio, estuviera tendiendo una especie de trampa.


Nota: Este cap está situado poco después de 2. Lentamente Rindiéndome Ante Ti. Así que aún no se confiesan, y básicamente es la segunda vez que lo hacen completo. La autora original dice que los 4 primeros fics de esta serie son como el arco principal, el resto es ella explorando su mundo.

Más notas de traductora al final! Disfruten :3

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De acuerdo con el almanaque, ya había llegado la primavera, pero la tarde aún oscurecía temprano, distinguible del invierno sólo porque el frío se había tornado de seco a húmedo. Las labores del día estaban completas, así que Lan Xichen ordenó un baño.

No un chapuzón limpia-espíritus en la primavera fría. Un baño caliente.

Cuando finalmente se levantó del escritorio y entró al dormitorio, la bañera ya estaba situada en la mitad del cuarto y estaba llena de agua hirviendo. Junto a esta había una mesa plegable con los jabones y cepillos que necesitaría, y un balde más pequeño para enjuagar, todo esto rodeado por una pantalla de privacidad plegable. El agua había sido perfumada con aceite y pétalos de flores secas esparcidos en la superficie. Lan Xichen sonrió ante esto. Algún discípulo estaba empeñándose por él en silencio.

Se desvistió y se hundió en el baño, que estaba lo suficientemente caliente para sonrojar su piel y deshacer todos los nudos de sus músculos. Pasó varios minutos solo relajándose en el calor antes de atacarse con el jabón de alubias y piedra pómez. Podría haber llamado a un asistente para ayudarle con los lugares difíciles de alcanzar, pero no quería la ayuda. O al menos, no la ayuda de cualquiera.

Era muy probable que, al bañarse solo en su propio dormitorio, estuviera tendiendo una especie de trampa.

Lan Xichen se casó con su esposo, lo instaló en su casa, y luego esperó a descubrir qué tipo de esposo sería. Y justo cuando pensó que había obtenido la respuesta, Jiang Cheng se transformó en algo diferente. De repente quería conversar. Seguirle el juego. Aprender cómo hacer el amor.

Lan Xichen estaba tratando de dejar un periodo de tiempo aceptable entre sus encuentros. No demasiado largo como para que Jiang Cheng se sintiera rechazado; ni tan corto como para hacerlo sentir acosado. Usualmente, entre dos o tres días. En las noches de intermedio, cuando se atendía a si mismo, trataba de no pensar en su nuevo esposo. Parecía un hábito no tan recomendable: el imaginar a Jiang Cheng apasionado, cuando había estado claro durante todo su cortejo que la pasión era lo último que tenía en mente. Incluso ahora, esto podría no ser más que una curiosidad pasajera.

Pero por ahora, era bueno tener un proyecto aparte. Uno placentero. Enséñame lo que hacen los amantes. Empieza con lo que más te guste.

Trató de que eso no ocupara demasiado espacio en su mente. Ambos eran los mismos hombres que habían sido siempre. La vida continuó, con sus cargas y preocupaciones. No era necesario pensar que todo había cambiado.

Había dejado a Jiang Cheng con el encargado del almacén, acordando qué víveres necesitaban transportarse a la montaña, ahora que los caminos estaban libres de nieve. Era un trabajo difícil, pues todo seguía escaseando por la guerra, así que Lan Xichen tenía que esperar un poco. Su esposo no era de dejar tareas a medias. Pero a Lan Xichen no le importaba la espera. Medio flotó en la bañera, permitiéndose dejar de ser una mente que se preocupaba por escritos y política, y ser más bien un cuerpo. Un cuerpo que se deshacía rápidamente de sus dolores en el agua caliente. Un cuerpo que podía blandir una espada. Un cuerpo con el que podía disfrutar de un baño,

He Dejado el Hogar que Conozco [Xicheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora