Extra: Secretos... peligrosos secretos

482 48 33
                                    


― Gracias por venir, Balam-kun ―expresó el Director Sullivan con un gesto de gratitud, mientras recibía al especialista en biología humana en la entrada de la mansión.

Balam asintió con una sonrisa educada. ― No se preocupe, Director. Estoy aquí para ayudar en lo que sea necesario.

Iruma se unió a la conversación con una expresión algo inquieta. ― No estoy gordo... ¿verdad? Además estoy en crecimiento, debo comer bien ― indicó, sus ojos reflejaban una preocupación evidente.

― No dije que lo estuvieras ―aclaró Balam con un tono calmado―, pero si sigues comiendo entre comidas, podrías llegar a estarlo.

El semblante de Iruma se iluminó con determinación. ― Haré más actividad física para contrarrestarlo.

Balam arqueó una ceja con escepticismo. ― Dudo que eso funcione si sigues teniendo ese apetito. En fin, esto es por tu salud. Comenzaré viendo qué tal están tus reflejos...

Bajo la atenta mirada de Balam, Iruma pasó por una serie de pruebas de rutina, mientras el meticuloso demonio examinaba cada aspecto de su salud con atención. Después de varias horas, Balam finalmente terminó y compartió algunas recomendaciones.

― Parece que todo está en orden, pero... vamos a hacer algunos ajustes en tu dieta ―concluyó Balam, con un tono serio pero comprensivo.

De repente, el tono de llamada interrumpió la conversación, era del celular del director.

― Hola... ¿Belial? Estoy ocupado en este momento... Ah, ya veo ―el director Sullivan hizo un gesto con la mano como si se despidiera, dejando a solas al maestro y a su nieto.

Balam observó el salón con curiosidad antes de dirigirse a Iruma con una pregunta.

― ¿Ha salido Opera-senpai? ―inquirió, notando la ausencia del demonio felino.

― Oh... sí, así es... salió... si... ―respondió Iruma, sin dar demasiados detalles.

Balam notó la vacilación en la respuesta de Iruma y decidió indagar un poco más.

― ¿Ha ocurrido algo? ―preguntó con un tono de interés.

― Bueno... ―Iruma pareció dudar antes de continuar―, es que... ¿usted y el profesor Kalego conocen a  Opera-senpai desde la escuela?

La pregunta de Iruma tomó a Balam por sorpresa, pero decidió abordarla con seriedad.

― Sí, los conozco desde entonces. ¿A qué viene la pregunta? ―respondió, intrigado.

― Es solo que... tengo mucha curiosidad y no sé cómo preguntarlo correctamente, pero... ¿conoció alguna pareja de Opera-senpai? ―preguntó Iruma con una expresión de inquietud.

Balam reflexionó por un momento antes de responder con prudencia.

― Entiendo que estés en una etapa donde estos temas son interesantes, pero... sinceramente, no me siento cómodo hablando de la vida personal de los demás, y mucho menos de sus relaciones. Creo que sería más apropiado que le preguntaras directamente a Opera-sempai sobre eso ―aconsejó con amabilidad.

―Es que, bueno, es que sucedió algo... y, bueno, creo que es mejor que se lo cuente a usted para que me entienda.

―... ¿Qué deseas contarme? Si Opera sempai te confió algo personal, no creo que sea apropiado que me lo reveles a mí ―respondió Balam con cautela, consciente de la delicadeza del asunto.

― Opera-san tampoco me pidió que guardara el secreto, y como ustedes se conocen desde hace tanto, supongo que no habrá problema. Es que... Opera-san está saliendo con alguien ―confesó Iruma, tratando de justificar su decisión de compartir la información.

Todo lo que me gusta de ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora