Simplemente Por Ti 》Vegeta y Bulma《

Después de Majin Boo

Primera noche después de los eventos de Majin Boo

Corporación Cápsula

Finalmente la batalla contra Boo había terminado. Todos estaban es sus respectivas casas intentando descansar de tan traumaticos eventos, todos excepto cierta peliazul, que miraba a su esposo tratando de dormir a su lado como si nada hubiese sucedido, mientras que ella cada vez que cerraba los ojos las imágenes de Vegeta asesinando personas cruzaba por su mente espantando su sueño y creando miles de dudas en ella.

Se sentó en la cama y el sayajin se extrañó. Debatiéndose por miedo a su reacción, Bulma preguntó.

—Vegeta...¿eres feliz con la vida que llevas? —el pelinegro la miró extrañado—Es solo que... tú sabes —ella bajó la mirada; triste. Vegeta se avergonzó por ver a la mujer gritona tan triste y sobre todo decepcionada. Por unos segundos bajó la mirada y luego la levantó mirando hacía el vacío.

—Es que yo... Quería volver a ser el príncipe cruel, quería sentir que no me había convertido en un terrícola mas... —Bulma lo miró sorprendida, pues Vegeta no mostraba sus sentimientos abiertamente y ahora parecía sincero —Estaba confundido, pero después de comprender mi error traté de enmendarlo con mi sacrificio y no funcionó —ante estas palabras la peliazul le dio la espalda.

—Rompiste mi corazón. Tenía esperanza en ti, se que no eres un hombre amoroso, si no muy orgulloso, pero esa sonrisa tan cruel al asesinar a esas personas. Sentí mi corazón tan frágil y ahora esta en mil pedazos... por ti —Vegeta se sintió un monstruo.

¿Cómo se atrevió a hacerle eso a la mujer gritona, esa que siempre lo había tratado bien?

Dejó caer su cabeza con pesadez en el hueco del cuello de Bulma, ella simplemente se sorprendió.

—Me siento fatal —aquellas palabras salieron en susurro.

—Tranquilo Vegeta, mi corazón es frágil pero no tanto. ¿Sabes? Me dolió más al saber el sacrificio que hiciste por nuestra salvación —Vegeta sonrió un poco y depósito un pequeño beso en el hombro desnudo de su mujer. Ella tomó su cara entre sus manos y lo miró sonriendo.

—Vegeta, no te preocupes. Que estés aquí vivo conmigo habla de la nueva persona que eres ahora.

—Ah... —Bulma estampó sus labios contra los de Vegeta, él correspondió algo extrañado pero feliz, porque eso era el perdón de su mujer.

Bulma dejó su boca y susurró las mejores palabras del mundo. Al menos para Vegeta.

—Nunca dejaré de amarte —y lo volvió a besar ahora con mas intensidad.

Cuando el beso terminó, la mente del Sayajin estaba mas clara.

—¡Hey! No me preocupe, no digas tonterías.

—Hehe sí, lo sé, lo sé...