Viaje a las Estrellas

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—¡Maldición! —Bulma tecleó algo rápidamente en su computadora y presionó el botón de la máquina. Al igual que las veces anteriores el resultado fue negativo —¡Basura! —se puso de pie y pateó la máquina haciendo que el gran telescopio se moviera un poco. Arrojó su bata y salió casi corriendo hacia el jardín.

Estaba ahí. Ella estaba completamente segura de que ese planeta estaba ahí.

Días antes, Bulma había estado explorando el cielo nocturno y encontró un planeta que a simple vista, parecía agradable y muy bello. Sin embargo, justo antes de que siquiera pudiera anotar las coordenadas, el gato de su padre, había entrado a su laboratorio y se acostó sobre el telescopio haciendo que este se moviera.

—¡NO! —al menos la imagen de ese planeta se había guardado como una fotografía en su computadora. —¡Largo de aquí!

Aunque lo intentó por horas y por días, simplemente no podía encontrar ese planeta de nuevo. Estaba escondido, probablemente, en alguna otra galaxia. Y ella, Bulma, quería ir. Quería conocer ese lindo planeta que parecía ser color rosa. Literalmente.

Ahora era un recuerdo. Estaba acostada en el jardín mirando hacia el cielo estrellado.

—¿Dónde estarás? —pronunció mientras suspiraba derrotada.

—Que patética eres, terrícola —Bulma cerró los ojos cansada de escuchar las mismas burlas de ese hombre —¿Sigues a la espera de esa sabandija?

Vegeta había presenciado la última pelea que tuvo con Yamcha por uno más de sus engaños. Esta vez estaba completamente decidida a dejarlo. Ya no le interesaba esa relación falsa, llena de mentiras e infidelidades. Ella era una mujer independiente, aventurera y apasionada. Ahora tenía otras prioridades; como encontrar el planeta rosa.

—No quiero escucharte —ella seguía tumbada en el césped suspirando y pensando porque no tenía una super nave que la llevara a conocer todos los planetas.

La experiencia de Namek había sido completamente inolvidable.

—Oye mujer, tengo hambre —un tic amenazaba por cruzar su ojo.

—¡Cállate! —ella no era su criada —Si quieres comer, ve a la cocina y no me molestes. Estoy muy ocupada.

—¿Le llamas ocupada a tumbarte de manera patética sobre el césped?

—Estoy buscando un planeta, así que déjame o guarda silencio. —en ese momento una idea cruzó por su mente.

¿Cuántos años habría andado Vegeta vagando por el espacio?

—¿No extrañas el espacio? Me refiero a esos viajes donde destruías planetas.

Para su sorpresa, Vegeta se tumbó a su lado.

—Sí. Pero no me iré hasta derrotar a esos androides y a Kakaroto.

Bulma soltó una risita.

—¿Sabes? El planeta que estoy buscando es rosa.

—¿Rosa? Tal vez te refieres al planeta P-025k. Esta en un rincón de la galaxia.

Bulma volteó hacía Vegeta quien seguía mirando las estrellas.

¿Este era el mismo hombre grosero de siempre?

Por primera vez lo tenía tan cerca en actitud relajada y que atrevió a recorrer su rostro descaradamente con la mirada. No iba a mentir. Vegeta era muy apuesto. Su mandíbula marcada, nariz respingada, los labios siempre apretados eran delgados y la frente amplia le daba un toque más varonil. A pesar de la vida que había llevado, la piel de su cara era envidiable. Vegeta se giró para mirarla y Bulma se perdió en sus ojos oscuros.

Simplemente Por Ti 》Vegeta y Bulma《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora