"-¿Qué tanto recorriste para encontrarme?
-Muy poco comparado con lo que logré encontrar".
Rigel Jones tiene la vida perfecta que cualquier persona desearía: tener un estatus "alto", pero, a pesar de tener la vida resuelta le parece completamente a...
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¿Por qué no nos conformamos con lo que tenemos? Siempre aspiramos a más, a cosas que parecen imposibles de alcanzar, eso es lo que más nos llama la atención.
Lo malo, lo peligroso, lo inalcanzable. Si es un objetivo fácil y rápido de conseguir no nos interesa, preferimos lo que nos costará más obtenerlo, porque así es el ser humano, ambicioso. Claro que en la mayoría de casos es algo bueno tener metas y sueños grandes, pero, al mismo tiempo no es sano.
Acompáñame, en esta historia te contaré cómo la ambición por tener algo te puede llevar a recorrer lugares que nunca se te habrían cruzado por la cabeza, poner en riesgo tus pertenencias de valor y costumbres con tal de obtenerlo, puede que la desesperación que sientes por conseguir aquello que tanto anhelas, te haga soñar con tu objetivo, tener múltiples ilusiones de que ya lo tienes entre tus manos, y lo único que harán, será aumentar tus ganas de conseguirlo. Nada importará, solo el resultado, aunque muchas veces no te guste o no estarás conforme con ello, es parte de la vida, el ciclo que todos debemos seguir aunque sea una vez en la vida.
Soñar, planear, luchar y ganarlo, es el ciclo de todo ser humano.
