war love | NICHOJOO

𝓉𝑒𝓃

Habían pasado las semanas y todo marchaba bien, se estaban preparando para una ronda de vigilia por lo que algunos estaban ocupados, claramente los menores se quedarían en casa mientras los mayores tomaban la supervisión esta vez.

— ¿Están listos?.

— Si, creo que todos estamos listos.

— Entonces, andando, la noches es larga.

Salieron tranquilamente disfrutando de la brisa, Nicholas teniendo en mente que hoy sería una buena noche, el estar en esa instancia podría darle una nueva perspectiva de las cosas, para en cada paso retomar el ritmo.

— ¿Esta bien si nos separamos ahora? —preguntó K.

— Si, no olviden que pase lo que pase deben regresar a casa ¿okay? si no nos buscamos los mutuamente debemos volver o si no nos encuentran también regresan. Si alguno de nosotros falta cuando lleguemos a casa, entonces K y yo regresamos por él ¿bueno? andando —Fuma explicó las reglas que habían hecho.

Cada uno fue por su camino, siendo Euijoo uno de los más emocionados. Comenzó a trotar lentamente, sentia a los grillos y veía las estrellas en el cielo, observo los arboles mientras decidía mejor el caminar, para apreciar mejor cada rincón, amando la sensación del momento. Él realmente siempre tuvo una fascinación por el cielo nocturno, no sabe si estaba ligado por su naturaleza pero amaba ver el brillo de las estrellas y siempre quiso pensar que tal vez su madre le hablo mucho de ellas o tal vez caminaban juntos a la luz de la luna. Quería pensar eso ya que no recordaba gran parte de su infancia, quería creer que esta no fue mala como para que su cerebro lo bloqueara, por eso amaba el imaginar lindos escenarios junto a su madre. Era la única persona que tenía en mente —aparte de la señora Riuh— porque también olvidó el rostro de su padre y quiere tener este tipo de "idealización" de que era un gran líder, que dedicaba mucho tiempo en su manada y que por esa razón no lo podía ver mucho pero a pesar de eso él lo amaba con todo su corazón.

Suspiro realmente fuerte. No sabe cuanto tiempo se perdió en sus pensamientos y escenarios imaginarios pero sabía que en unos quince minutos más tendría que volver. Decidió disfrutar de la última vista que le daba la noche, el inspirar el fresco aire, solo queriendo quedarse con las cosas buenas. Iba en la mitad de su camino cuando escuchó a sus espaldas una rama quebrarse y estaba seguro de que no había sido él. Se detuvo. Por un pequeño momento pensó que podría ser alguno de los chicos pero no estaba cerca del punto de encuentro y de verdad no se sentían como ellos, por lo que tratando de destensar su cuerpo, lentamente comenzó a caminar para comenzar a subir su velocidad y luego comenzar a correr. No sabía el porqué estaba tan nervioso, los chicos le hablaron sobre este tipo de situaciones, lo mentalizaron, pero si, inevitablemente estaba nervioso, mucho, sentía su corazón latiendo a mil por hora desde antes de comenzar a correr, estaba tratando de que sus nervios y ansiedad no lo comieran, que no ganaran.

Así que corrió más rápido.

Corrió y corrió. Tropezó demasiadas veces, en muchas de ellas golpeándose con troncos en distintas partes del cuerpo, también sintió el ardor que le provocó el corte de una rama en una de las veces que cayó pero no pensó en ello; si lo hacía, todas las sensaciones en ese momento le ganarían, si miraba hacia atrás, la fuerza y la adrenalina dejarían de existir. Así que solo siguió.

Se sintió una eternidad, "¿por qué tuviste que adentrarte tanto en el bosque Byun Euijoo?" pensó unas cuantas veces, ya comenzaba a sentir el el peso en sus piernas, se estaba cansando más rápido de lo que pensó, pero el estar un poco perdido en medio de la nada no era de ayuda. Ya había perdido la noción de cuantos minutos llevaba corriendo pero cuando vió el camino ya sin tantos árboles y con más casas, apuro el paso. "Estás cerca, no puedes parar ahora" se dijo una y otra vez, hasta ver un familiar trozo de madera. Una vez al frente de la puerta, la golpeó y rápidamente se abrió dejando ver a K.